La Delegación Provincial de Educación confirmó hace poco más de una semana que la decisión ya estaba tomada y que se había contactado con las direcciones del Conservatorio y del centro en cuestión. La directora del Conservatorio, Ana María Monje, destacaba entonces que había sido la Delegación Provincial de Educación “la que ha tenido que mover ficha para buscar una solución a nuestra problemática”.
El pasado mes de enero responsables de la AMPA del Conservatorio se reunieron con la Delegación Provincial de Educación de la Junta de Andalucía, para trasladar la problemática de falta de espacio que padecían los alumnos en la que era entonces su sede, el Instituto de Enseñanza Secundaria Miguel Hernández.
Si ya este año el número de alumnos era más que considerable y el instituto no podía dar cabida a esta docencia, para el próximo curso se incorporarán las clases de tercero del grado profesional, lo que hacía inviable que pudieran continuar la docencia en el Miguel Hernández.
Cabe recordar que ya se han cumplido 20 años desde que se estableciera esta docencia en la ciudad y aún continúan impartiéndose las clases en precario. Después de asentarse en la Fundación Municipal de Cultura, de forma provisional, el Conservatorio pasó a ocupar el edificio en el que en la actualidad se asienta la Fundación de Igualdad y Bienestar Social del Ayuntamiento, en el Paseo de la Conferencia. Sin embargo, en poco espacio de tiempo, estas dependencias se quedaron pequeñas y se elaboró un proyecto para su ampliación, que nunca se llevó a realizar.
Fue entonces cuando el Conservatorio pasó a ocupar sus actuales instalaciones provisionales del instituto que no reúnen las condiciones adecuadas para el desarrollo de las clases musicales.
Cuando se estableció el Conservatorio, el Ayuntamiento firmó un convenio de colaboración con la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, a través de la Delegación Provincial, en el que se comprometía a ofrecer unas instalaciones para esta docencia.
Mientras, en el curso académico que acaba de concluir el centro ha contado ya con 360 alumnos y la capacidad del IES Miguel Hernández no era suficiente para impartir las clases dignamente, dado que esta disciplina utiliza 20 dependencias para las asignaturas de los seis cursos con que cuenta. Además, las aulas no reunían las necesarias condiciones de insonorización para esta el desarrollo de disciplina.
Ana María Monje destacó que su petición se fundamentaba en un espacio mayor, dado que para el próximo curso tendrán una necesidad de, al menos 30 aulas, por el incremento previsto en el número de alumnos.
Con la nueva sede, incidió, “tendríamos la posibilidad de poder desarrollar con cierta dignidad las clases, aunque no estén insonorizadas, aunque esta es una de nuestras reivindicaciones, de cara a una sede definitiva”.
Además, ahora en el instituto Miguel Hernández, “no contamos ni con biblioteca ni con un salón de actos”, concluyó.