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El Xerez enseña las garras y golea al filial sevillista, (1-4)

Los de Puma tiraron de eficacia y oficio para ganar el choque

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  • Felicidad xerecista. -

Segundo triunfo consecutivo del Xerez Club Deportivo que comienza a otear, deportivamente hablando, un horizonte más diáfano que hace quince días. Y es que goles son amores, goles son puntos y el Xerez ya suma seis, cuando en las primeras jornadas se estaba quedando a cero. El equipo comienza a encontrar el tono físico, que no tenía; tácticamente tiene pocos fallos y los únicos que tiene le cuestan caro, como ocurrió en el gol encajado y, además, se ha enamorado del gol como lo demuestra que en los dos últimos choques ha marcado hasta siete tantos. Este Xerez demuestra que, si lo institucional no se mezcla con lo deportivo, puede hacer cosas en este grupo X de la Tercera División.
Y es que no necesitó mucho para ganar. Tiró de estrategia para ponerse 1-2 en el final del primer periodo y de veteranía en la recta final para sentenciar en una contra y en una falta sensacionalmente sacada por Melo. La renta, para lo que se vio sobre el tapete verde del campo número cuatro de la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros, pudo ser excesiva ya que el cuadro de Puma en el segundo tiempo apenas si inquietó la meta de Caro, aunque no es menos cierto que los locales tampoco inquietaron mucho a Javi Muñoz y cuando lo hicieron, excepción hecha de un balón que se le escapó incomprensiblemente, el meta demostró que es toda una garantía y que la meta del Xerez está cubierta mejor que bien.
El primer gol llegó en el minuto 11. Falta lateral que botó Juanse, como es habitual, para que Toni Seoane mandase al fondo de las mallas. Era el primer acercamiento xerecista y el primer gol. Cien por cien de efectividad. Fran Pineda pudo marcar distancias ocho minutos  más tarde pero su vaselina se encontró con la feliz intervención de Caro.
Manejaba bien los tiempos del partido el cuadro azulino, pero un saque de esquina propició una falta de concentración en defensa de la que se aprovechó Miguel López para batir a Javi Muñoz y restablecer las tablas en el marcador.
Poco le duró la alegría a los sevillistas ya que a los 37 minutos se volvería a repetir la acción del primer gol. Saque a balón parado de Juanse y remate de Ismael aunque, en esta ocasión, bien es cierto, con la ayuda de Caro que se tragó literalmente el balón. No hubo más incidencias de aquí al descanso.
El técnico local sacó de inicio en el segundo periodo al polaco Wojcik, su goleador, para intentar al menos empatar el encuentro. No le salió la jugada. El ariete internacional por su país en los escalafones inferiores estuvo bien sujeto. El Xerez le dio el balón al joven equipo sevillano. El dominio era local pero eso no se traducía en acciones de peligro. Movió el banquillo Puma, sacando a Melo por Curro Sánchez para asentar más el juego en el centro del campo. Melo, precisamente, a pase de Juanse, que interviene poco pero cuando lo hace se nota, y el balón se fue a la madera. Pudo ser la sentencia, pero ésta llegó en el alargue con el gol de Nico y el golazo de falta directa del propio Melo.

El dato

No estuvo solo el Xerez en la Ciudad Deportiva José Ramón Cisneros del Sevilla. Unos cuarenta aficionados se citaron en el campo número cuatro para presenciar el choque y terminar coreando y animando al equipo, siendo correspondidos por los jugadores al término del choque, después de que todos hiciesen una piña en el centro del campo para celebrar el justo triunfo. No es menos cierto que estos mismos aficionados lanzaron proclamas en contra del presidente, Ricardo García, proclamas que son las mismas que habitualmente se escuchan en la zona exterior del Complejo Deportivo La Granja.
Fue una de las notas a destacar en un choque que dejó al descubierto la realidad de la categoría en la que ha caído el equipo xerecista. Un campo sin gradas, con el compañero José Antonio Ortegón retransmitiendo el partido a la interperie y luchando contra los elementos, en forma de fortísimo viento que azotó a lo largo de todo el partido. Tampoco había donde guarecerse de la lluvia que, con fuerza, comenzó a caer cuando ya el encuentro expiraba.
Un partido que no fue duro y que, sin embargo, estuvo pleno de tarjetas, con dos rojas siendo especialmente llamativa la que vio el xerecista Yepes, que ni siquiera llegó a saltar al terreno de juego. Estaba en el banquillo y algo debió de decir para que Hidalgo le expulsase.

 

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