La plantilla del servicio de transporte urbano -secuestrado por el Ayuntamiento desde mayo de 2012- cobra estos días las nóminas correspondientes a los meses de septiembre y octubre, lo que le permite estar al día, algo que no ocurría desde el mes de noviembre del año pasado.
El presidente del comité de empresa, José María Romero, admite que la situación está en cualquier caso más normalizada que en noviembre de 2012, ya que entonces se llegaron a acumular hasta diez nóminas impagadas. De todos modos, los trabajadores esperan que en adelante no vuelvan a acumularse retrasos en el abono de salarios y que el servicio se regularice de modo definitivo.
El pago de estas últimas nóminas se produce cuando apenas resta un mes para que el Ayuntamiento asuma la explotación directa del servicio, un asunto sobre el cual los trabajadores no tienen ninguna novedad.
El comité está “preguntando continuamente” por el proceso y tiene constancia de que las partes están “manteniendo negociaciones”. “Hasta ahora se mantiene la fecha del 1 de enero, porque nadie ha dicho lo contrario. Si no se lleva a cabo, la plantilla sufrirá un revés porque está trabajando mucho para que todo esto funcione”, advirtió Romero.
De hecho, el presidente del comité de empresa desconoce cuál sería la “reacción” de los trabajadores en caso de que el proceso no se llevara a cabo en tiempo y forma. “Nosotros nos comprometimos a poner voluntad y trabajo y hemos cumplido, porque no se ha fallado ni un día; así que ahora tenemos que ser correspondidos de la misma manera”, añadió. El compromiso del Gobierno local es que el Ayuntamiento explote directamente este servicio.
