Asaja-Asevi apunta a una previsión cercana a los 60 millones de kilos de uva frente a los 72 de 2015 de una campaña que se generalizará en 15 días
El fuerte viento de levante que azota a Jerez y al resto de la provincia el último mes con pocos días de tregua amenaza con llevarse por delante “como mínimo” el 20 por ciento de la producción de la vendimia 2016. Así lo prevé el sector, que desde mediados de julio ha visto como sus predicciones han ido a peor por culpa de la climatología, de manera que no creen que la cosecha final supere los 60 millones de kilos de uva frente a los 72 del pasado año.“El levante tiene ventajas e inconvenientes según la época en la que sopla, y ahora mismo da un palo a la viña que nos vuelve locos, nos lo da a nosotros que estamos en nuestras casas con los aires acondicionados, imagínate a la viña”, sostiene Francisco Guerrero, de Asaja-Asevi, que advierte de los perjuicios que tiene para la cosecha este tiempo en este momento concreto.
¿Por qué?Como detalla Guerrero, en la situación actual el levante disminuye el líquido que tiene la uva, restándole peso y dificultando su maduración. El problema es que, a estas alturas, el sector ya vaticinaba un descenso en la producción entre el 10 y el 20 por ciento después de que haya sido un año climatológico “anormal” y “raro” con sequía, frío y fuertes lluvias, al que ha terminado de rematar el fuerte viento de levante. Lo peor de todo, como advierte, es que las predicciones a medio plazo no presentan grandes cambios. “Hasta el martes tenemos levante, luego vienen tres días de poniente y otra semana de levante, con lo que si seguimos así cuando se quite el levante será ya cuando haya terminado la vendimia”, manifiesta.
De hecho, las previsiones pasan porque la recolección comience este martes, jornada a partir de la cual las grandes bodegas empezarán a hacer los pies de cuba, el paso previo a la vendimia propiamente, para cortar las uvas más maduras y, a temperatura adecuada, dejar que empiece la fermentación.
No obstante, desde Asaja también tienen claro que la vendimia no se generalizará hasta la última semana de agosto o la primera de septiembre, que es cuando la uva estará madura.
A diferencia de otras campañas, se trata de una vendimia “tardía”, que viene “un poco más atrasada” respecto a los últimos años, aunque no hay que olvidarse de que tradicionalmente el mes de septiembre en el que Jerez celebraba la Feria de la Vendimia es el que siempre ha estado ligado a la recolección de las uvas.
Viñas disparejas con maduración desigual por culpa del tiempo
La atípica climatología que esta registrando el año agrícola con sequía, lluvia a destiempo y temporal de levante continuado para poner la guinda se está traduciendo en una viña “dispareja” en la que las uvas maduran de forma desigual. De esta forma, es fácil ver como en una parte de la viña la uva está madura mientras en la otra siguen verde, lo que imposibilita poner en marcha las tareas de corte, por ello habrá que esperar al menos 15 días más para que la vendimia se generalice. No obstante, Guerrero cree que los últimos datos de las vendimias ya terminadas de las variedades tempranas, como es el caso de la uva chardonnay, confirman los derroteros por los que se moverá la cosecha. “Uno de los agricultores con los que he hablado estos días me ha comentado que han recolectado un 20% menos que en 2015”, indica.