La imagen de María Santísima del Valle ha sido retirada del culto para someterse a una restauración que se acometerá en dos fases. La primera de ellas tratará de consolidar la estructura interna de la imagen, procurando una mayor estabilidad, y se prolongará por espacio de unos cuatro meses, con idea de que la imagen regrese al templo coincidiendo con el inicio de la Cuaresma. Una vez finalizada la Semana Santa, la Virgen del Valle regresará al taller para someterse a la segunda fase de esta restauración, que afectará a su policromía.
Los trabajos van a ser realizados por María José Segura y Cristina Espejo, de la empresa jerezana S&S Restauraciones. Segura explica que la primera fase de esta intervención es realmente la más complicada y urgente, toda vez que debe solventar los problemas de estabilidad de la imagen e incluye, entre otras cosas, el cambio de la peana. La segunda fase es más estética y persigue la reintegración cromática de la policromía de la imagen, que está “oscurecida por el uso de barnices, repites y el humo de las velas”. No se va a buscar la policromía original dado que no se quiere modificar el aspecto con el que actualmente se conoce a la imagen.
S&S Restauraciones entregó recientemente a la Virgen de la Candelaria y ultima estos días la intervención de María Santísima de la Paz en su Mayor Aflicción, que se repondrá al culto en diciembre.