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La asamblea infinita

Todo en Gaza

Sobre Gaza se han abalanzado todas las ansias destructivas de una extrema derecha

Publicado: 03/04/2024 ·
10:33
· Actualizado: 03/04/2024 · 10:33
  • Manifestación en Londres. -
Autor

José Vicente Barcia

Periodista experto en estrategias de comunicación social y política

La asamblea infinita

Posicionamiento social y crítico para defender una democracia real, a partir de informaciones rigurosas

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Sobre Gaza se han abalanzado todas las ansias destructivas de una extrema derecha, la israelí, que ha destilado en su genocidio palestino un veneno compuesto por odio, miedo, venganza, racismo, aporofobia, militarismo y supremacismo. El pueblo elegido, perseguido y aniquilado por los nazis, se ha convertido en reflejo de quienes casi lo llevaron al exterminio. La evolución psicológica de un pueblo que ha sufrido tanto es un drama para toda la humanidad y arroja sobre nuestra especie intensas sombras.

El asalto a Gaza busca y perpetra día tras día, bomba tras bomba, niño tras niño,la extinción de todo un pueblo. Se está haciendo de manera meditada, sistemática, concienzuda y para ello están utilizando los medios más refinados en su fría brutalidad. El asalto a Gaza, además de la brutalidad, ha necesitado la connivencia de la sociedad internacional, así como la indiferencia de millones de conciudadanos abstraídosen la vacua prioridad de consumir.

Las declaraciones son totalmente insuficientes. Las peticiones de alto el fuego no son nada mientras la impunidad de Israel sea tan absoluta y apabullante. Nadie hace planes para parar a los criminales. Aquí no habrá despliegues, ni taxistas viajando con sus automóviles para rescatar a los gazatíes. Las condenas airadas se agradecen, pero son sumamente improductivas. Los palestinos, las palestinas ponen sus cuerpos, ponen su historia. Y nosotros la nuestra, tan llena de asco, como de vergüenza. Con la muerte de Gaza, con los asesinatos de Gaza, se muere ante nuestros televisoresaquellos sueños de un mundo fraterno, de una humanidad que era buena por naturaleza. ¡Cuánta amargura! ¿Cuál es el nombre del niño más cercano a ti? Ahora, intenta olvidar ese nombre. No estás, no estamos ni a un puto millón de años luz de lo pueden estar sintiendo los padres huérfanos atados a los cuerpos inermes de sus hijos.

Y, sin embargo, hay brillos, leves señales, levantadas con gran esfuerzo y riesgo por unos pocos, como los miembros de la tripulación del Open Arms, que a duras penas intentan utilizar un nimio pasillo humanitario paraintroducir algo de ayuda para la población gazatí. O los heroicos miembros de la ONU que son asesinados por Israel ante la sorprendida en inarticulada reacción de los organismos internacionales.

Y al otro lado del tablero, impelido por un enfermizo afán de protagonismo, reaparece Aznar, como surgido de cualquier no lugar, vomitando violencia y justificándola. O aquellos otros que, en nombre del pragmatismo político, mantienen vivos los contratos armamentísticos con Israel. Que nadie olvide que ese pragmatismo, en no pocas ocasiones, termina generando lechuguinos demenciados como Leguina.

Nos queda la palabra, si la palabra es acción. Nos queda la memoria, la creatividad, las manos unidas para seguir gritando“no en mi nombre”, para seguir clamando justicia, incluso más allá de la desmemoria. Nos queda la palabra, si la palabra es acción, para arrojar al vacío de la historia a quienes mirándonos en nuestro propio país sueñan con convertir todo en Gaza.

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