De Málaga a Melilla con un kilo de marihuana en el cuerpo y 96.000 psicotrópicos

 La Guardia Civil ha detenido en el aeropuerto de Melilla a un pasajero que acababa de aterrizar procedente de Málaga con un kilogramo de marihuana adosada al cuerpo y 96.000 pastillas de medicamentos psicotrópicos sin receta, la mayoría Trankimazin, que llevaba en la maleta.

En una nota de prensa, la Comandancia de la Guardia Civil de Melilla ha informado de que los hechos ocurrieron el pasado 6 de junio, durante los registros e inspecciones de los viajeros que acababan de desembarcar en el vuelo de Málaga hacia la ciudad autónoma, en su cometido de Resguardo Fiscal del Estado y Seguridad Aeroportuaria.

Uno de los pasajeros, un joven de 21 años con residencia en Melilla, fue trasladado a la oficina de la Guardia Civil ubicada en la sala de llegadas, donde los agentes le preguntaron si tenía algo que declarar y respondió que no, por lo que procedieron a hacerle un cacheo y registro de su equipaje.

El instituto armado detectó que el pasajero llevaba adosados al cuerpo y envueltos en papel celofán varios envoltorios de marihuana en forma de cogollos que pesaban en total un kilo.

Además, en el equipaje llevaba 1.200 blíster con un total de 18.000 pastillas del medicamento Rivotril, cuyo principio activo es el clonazepam.

La Guardia Civil también localizó unas 74.000 pastillas de Trankimazin repartidas en tres paquetes envueltos dispuestos a granel y en 12 botes de frasco original.

Este medicamento pertenece al grupo de los llamados benzodiacepinas y tiene efectos muy graves para la salud si no tiene un control médico, según el instituto armado, que ha valorado el total de la mercancía intervenida en unos 4.700 euros en el mercado de la droga y medicamentos.

La Guardia Civil ha detenido a este pasajero como supuesto autor de un delito contra la salud púbica y tráfico de drogas junto a la droga intervenida.

Los fármacos intervenidos afectan principalmente al sistema nervioso central y mezclados con otro tipo de droga como alcohol, hachís, cocaína pueden potenciar sus efectos y constituir “serios problemas secundarios” en el ámbito psíquico, como alucinaciones, conductas psicóticas y trastornos graves de conducta. E