El Málaga volvió a esbozar una sonrisa tras la
victoria de este domingo ante el Eibar. Pese a haber perdido tan solo un partido hasta el momento, la acumulación de empates empezaba a generar cierto nerviosismo entre la parroquia blanquiazul.
Además, existía la sensación de que ciertos jugadores, quizá,
no daban el nivel deseado para competir en Segunda División. Perfiles como Jokin Gabilondo,
Dani Sánchez, Luca Sangalli o David Larrubia han sido señalados en alguna ocasión por su bajo rendimiento.
El triunfo de este pasado domingo contó, además, con la reivindicación de varios de ellos.
Jokin Gabilondo regresó al once titular tras dos suplencias seguidas y cuajó su mejor actuación esta temporada. Muy serio atrás, incluso se atrevió con alguna internada ofensiva. Secó en todo momento a
Martín Merquelanza, hasta el punto de que Etxeberria se vio obligado a sustituirlo en el 62’. Otro que terminó los 90 minutos con nota fue
Dani Sánchez, relegado casi por decreto a un segundo plano ante
Víctor García.
Sin embargo, si alguien
brilló con luz propia, ese fue David Larrubia. El de la barriada de La Luz fue el mejor. Más allá del gol, generó un peligro constante partiendo desde la banda derecha.
Malaguista incondicional, el canterano había
sido discutido tras alguna actuación discreta, como la de hace una semana ante el Oviedo. Esta reivindicación llega en un momento óptimo para demostrar que está en capacidad de discutir la titularidad a otros más asiduos en el once como Antoñito Cordero o Aarón Ochoa.
Todo esto, dentro de un contexto en el que la
plantilla al completo se siente importante. De hecho, tan solo tres jugadores no se han estrenado esta temporada: Carlos López, que es el portero suplente, así como Moussa Diarra y Ramón Enríquez, ambos recuperándose de sus respectivas lesiones.