Los últimos análisis de control de contaminación que periódicamente se realizan en los antiguos terrenos de Repsol han determinado que, actualmente, en todo el sector, “no existe riesgo por contacto dérmico ni por ingestión accidental de suelo ni de agua subterránea”.
El Ayuntamiento de Málaga, a través del Área de Sostenibilidad Medioambiental, como copropietario de los antiguos terrenos de Repsol, junto a Sareb, realiza de forma periódica trabajos de control sobre la parcela sur, a la vez que avanza en la preparación del Proyecto de Recuperación Voluntaria de la Zona Norte.
La empresa Ramboll, encargada de los trabajos de inspección, detectó en octubre de 2018, según los datos a los que ha tenido acceso Europa Press, una pequeña mancha en la zona situada entre las avenidas Juan XXIII y de Europa y las calles Sillita de la Reina, Gallo y Bodegueros.
Esto propició una actuación en la zona, “practicándose una serie de calicatas distribuidas a lo largo de la superficie de la zona con el objetivo de analizar la potencial presencia de hidrocarburo”. Dichas actuaciones desvelaron la existencia “de una fina película de hidrocarburo sobrenadante en el agua subterránea en una de las calicatas realizadas”, por lo que en noviembre pasado se pusieron en marcha trabajos para la eliminación del mismo realizándose una campaña de sondeo de siete perforaciones e instalación de piezómetros en la zona delimitada.
Posteriormente se hicieron dos campañas de medida de posición a nivel del freático y presencia del hidrocarburo, que dieron un resultado positivo, “detectándose hidrocarburo de espesor inferior a un centímetro en una superficie de aproximadamente 50 metros cuadrados”.
Durante este año se han llevado a cabo los trabajos para la retirada del hidrocarburo con tres campañas de inyección con producto surfactante y extracción de agua con hidrocarburos y una última medición del nivel freático para detectar la presencia de hidrocarburo en los piezómetros examinados, concluyéndose “que no hay presencia del mismo ni de olores u otras evidencias en los mismos”.
En los trabajos de extracción se han inyectado 471,6 litros de solución acuosa con surfactante, extrayéndose un total de 1.500 litros de agua con hidrocarburo tras lo cual la zona ha quedado libre del mismo. Las mediciones y labores de control se seguirán realizando de forma periódica como hasta el momento, según los datos conocidos.
Respuesta de BUM
Mientras tanto, desde la Plataforma Bosque Urbano de Málaga, que recoge la petición ciudadana de un gran espacio verde en la zona, sin terrenos sustraídos para viviendas o centro comercial, se señaló a Viva Málaga que “sin tener los informes delante, el Análisis Cuantitativa de Riesgo se tiene que hacer en función de los usos que los suelos tendrán en un futuro” y recordaron que los anteriores informes indicaban que “para hacer la gran zona verde no era necesario hacer ninguna remediación de los terrenos, mientras que para hacer los rascacielos y zona comercial, había que hacer una remediación costosa”. Según Pedro Francisco Sánchez, portavoz de BUM, de la información se deduce “que el ayuntamiento ha costeado con dinero de todos está costosa remediación”, por lo que “la primera pregunta que me surge es saber cuánto ha costado” ya que “siempre nos habían dicho que era necesario hacer los rascacielos para poder cubrir estos gastos”.
Por otro lado, destacó que ahora se debe de abrir un proceso administrativo ante la Junta de Andalucía para declarar los suelos no contaminados, que “está perfectamente reglado y que desde la plataforma vamos a seguir con mucha atención, personándonos en el mismo como parte interesada llegado el momento”.
Por último indicaron que “no cambia nada”, ya que desde la plataforma “seguimos defendiendo la construcción de una zona verde en la totalidad de la parcela por ser una reivindicación histórica de los vecinos, porque es una oportunidad única para remediar el enorme déficit en zonas verdes de unos distritos que están muy por debajo de las recomendaciones que la OMS indica”.
Además concluyeron que “hay otros impedimentos, como la no construcción de la conexión del Bulevar Adolfo Suárez con la MA-20, que nos hacen pensar en la inviabilidad del proyecto del ayuntamiento”, ante lo cual exigen al alcalde que “recapacite, escuché a los vecinos”.
Por último, señaló que desde la plataforma realizarán “las acciones que entendemos necesarias para conseguirlo”, como hasta ahora.