Astrónomos de la Fundación Nacional de Ciencia estadounidense han medido la distancia a una región formadora de estrellas en el lado opuesto de la Vía Láctea
Un equipo de astrónomos ha seguido con éxito un brazo espiral en el lado lejano de la Vía Láctea a 66.000 años luz. Un logro que proporciona nuevas perspectivas sobre la estructura de la galaxia. Astrónomos de la Fundación Nacional de Ciencia estadounidense han medido la distancia a una región formadora de estrellas en el lado opuesto de la Vía Láctea desde el Sol.