Los arrestados introducían las falsificaciones en el circuito económico a través de pequeños comercios y restaurantes, informa la Policía Nacional. Fueron perfeccionando la calidad de las imitaciones hasta lograr un papel de textura similar al auténtico, lo que dificultaba su detección.
En el registro practicado en el domicilio del presunto cabecilla del grupo se intervino una impresora, folios impresos y en blanco y material para esta actividad ilícita.