El embajador permanente de Siria ante Naciones Unidas, Bashar al Jaafari, ha reprochado a la Asamblea General de la ONU que reclamara una resolución de condena contra el régimen sirio y ha afirmado que su postura de "errónea" y "fruto de la histeria".
En declaraciones realizadas antes de la votación sobre el texto refrendado después por la Asamblea General, Jaafari ha asegurado que esta resolución "viola los principios internacionales" al "interferir en asuntos internos".
En este sentido, Jaafari ha incidido en que la resolución aprobada envía un "mensaje erróneo a los extremistas y terroristas que operan en Siria" y encubre una "militarización" del país, en detrimento de una "solución política" y en favor del suministro de armas a los "grupos terroristas", en alusión a los combatientes rebeldes.
Jaafari ha denunciado una campaña de difamación e injusticia contra el pueblo y las autoridades sirias que "exacerbará la situación humanitaria sobre el terreno". Es más, ha recriminado a Arabia Saudí y Qatar, algunos de los países que abogan por armar a los rebeldes y derrocar a Al Assad, que apoyen dicha resolución cuando "no pueden ser considerados ejemplo de democracia y de la defensa de los Derechos Humanos".
Asimismo, Jaafari ha criticado el papel de la Asamblea General de la ONU. Ha advertido de que "corre el peligro de convertirse en un elemento encubridor y reguero de terrorismo", según ha recogido la agencia estatal de noticias siria, SANA.
No obstante, el embajador permanente de Siria ante Naciones Unidas ha atribuido a Occidente y a la organización terrorista Al Qaeda del "caos creativo" originado en el país, puesto que "es sabido que algunos países facilitan, financian e instigan el terrorismo en Siria".
Por ello, ha exhortado a la comunidad internacional a no convertirse en "cómplices indirectos" al respaldar la interferencia de países extranjeros en Siria.