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La lluvia provoca la crecida rápida de los ríos vascos

Cuando todavía se evalúan los daños causados por el temporal de viento del pasado fin de semana, un nuevo frente de lluvia provocó ayer una crecida súbita de los ríos del País Vasco, en especial del Nervión, que incluso obligó a desalojar parte del Casco Viejo de Bilbao.

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  • Crecida del cauce del Nervión, donde el nivel del agua quedó a poco más de un metro del desbordamiento. -
  • Obligó a desalojar una parte del Casco Viejo de la capital vizcaína
  • El Gobierno de la comunidad activó el Plan de Emergencias contra Inundaciones
Cuando todavía se evalúan los daños causados por el temporal de viento del pasado fin de semana, un nuevo frente de lluvia provocó ayer una crecida súbita de los ríos del País Vasco, en especial del Nervión, que incluso obligó a desalojar parte del Casco Viejo de Bilbao. 

La situación en el País Vasco fue tal que, ante el peligro de desbordamiento de los ríos, el Gobierno de la comunidad activó el Plan Especial de Emergencias contra Inundaciones. 


Además, la Mesa del Agua, constituida desde ayer, mantiene en contacto a los ayuntamientos y servicios de emergencia de las localidades más afectadas para vigilar los cauces y las cuencas de los ríos y establecer un plan de vigilancia. 

La lluvia cayó fuerte durante toda la mañana y puso en jaque tanto a las autoridades vascas como a los vecinos de las localidades por las que discurre el río Nervión. Más de una treintena de colegios de Vizcaya y Álava fueron desalojados como medida preventiva ante el riesgo de inundación. 

En Bilbao, la ciudad que se ha llevado la peor parte, la crecida del Nervión obligó al ayuntamiento a activar la “máxima alerta” y ordenar el desalojo del Mercado de la Ribera, el Teatro Arriaga, la Biblioteca de Bidebarrieta y otros establecimientos del casco viejo. 

También ordenó el cierre de los centros del distrito de Olabeaga, Zorrotza, La Peña, San Francisco, La Bolsa y Peñascal, de los polideportivo de Zorrotza y La Peña, y de diversas instalaciones deportivas en Rekalde, Txurdinaga, San Ignacio y Artxanda. 

En Basauri (Vizcaya) diez coches y más de una veintena de garajes y lonjas quedaron anegados tras el desbordamiento del Nervión. En San Sebastián, la crecida del Urumea hizo que el consistorio activase el plan de “prealarma” y recomendase a los vecinos retirar los vehículos aparcados cerca del río o en garajes subterráneos. 

El ayuntamiento de Vitoria también tuvo que vigilar el cauce del río Zadorra, ya que en esa localidad se había pronosticado que caerían 60 litros por metro cuadrado durante el día de ayer. 

En Navarra se activó el nivel de preemergencia por inundaciones después de que la crecida de varios ríos de la comunidad foral (Arga, Arakil y Ega) obligase a cortar algunas carreteras por presenciad de balsas de agua. 

Las comarcas más afectadas este fin de semana por el temporal de viento que, directa o indirectamente, ha costado la vida a una quincena de personas (la mayoría en Cataluña), siguen haciendo balance de los daños. 

Aún permanecen ingresados y en estado grave uno de los niños heridos en el derrumbe del polideportivo de Sant Boi y dos adultos, heridos en sucesos registrados durante el temporal de viento. 

Además, otras ocho personas se encuentran ingresados en cinco hospitales barceloneses y evolucionan favorablemente de sus heridas. Más de 3.500 abonados siguen sin suministro eléctrico en Cataluña, donde Protección Civil mantiene la alerta por fuertes vientos. 

Algunos municipios como Cerdanyola del Vallès (Barcelona) estudian la posibilidad de reclamar al Gobierno central que lo declare zona catastrófica, en el Prat de Llobregat, los fuertes vientos que soplaron este fin de semana han arrancado más del 85% de los invernaderos de cultivos.

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