El servicio de Inteligencia exterior británico (MI6) estuvo involucrado en interrogatorios llevados a cabo a detenidos en la cárcel libia de Abu Salim, conocida por las graves violaciones de Derechos Humanos cometidas en su interior, información que fue utilizada posteriormente para detener a disidentes libios en Reino Unido, según una investigación publicada este miércoles por la cadena de televisión qatarí Al Yazira.
En la misma, el antiguo líder del Grupo Islámico de Combate en Libia (LIFG), Abdel Hakim Belhaj, una de las figuras de la resistencia armada contra el Gobierno del fallecido líder libio Muamar Gadafi, ha relatado que tanto él como su compañero Sami al Saad, que ocupaba un alto cargo en la formación, fueron torturados durante los interrogatorios llevados a cabo por agentes libios para desvelar nombres de personas inocentes que residían en territorio británico.
"Algunas veces llegaban con las preguntas y las respuestas ya preparadas y me obligaban a firmarlas. Mencionaban nombres y decían que estas personas apoyaban las actividades armadas", ha manifestado Belhaj.
Al Saadi y Belhaj han asegurado además que fueron interrogados por agentes extranjeros, entre ellos algunos del MI6, en dicha prisión. En 1996, más de 1.200 presos fueron asesinados en las instalaciones de la misma, según datos de Human Rights Watch (HRW), que fueron rechazados por el Ejecutivo de Gadafi.
Ambos excombatientes, que tras la revolución, derrocamiento y ejecución de Gadafi en octubre de 2011 pasaron a ocupar importantes cargos en las nuevas autoridades, han denunciado a Reino Unido por la implicación del MI6 en los interrogatorios.
Según el abogado de Belhaj, tanto su defendido como Al Saadi, así como sus familias, fueron "peones" en un acuerdo alcanzado entre Trípoli y Londres en 2004. El papel de la Inteligencia británica fue descubierto tras la caída de Gadafi, al localizarse varios documentos clasificados que fueron dejados atrás por los funcionarios en su huida.
"Cuando los rebeldes llegaron a Trípoli destrozaron todo tipo de edificios (...) vinculados con el régimen de Gadafi. En la oficina del antiguo jefe de la Inteligencia, Musa Kusa, se encontraron los documentos que revelaban, con todo detalle, la colaboración entre los servicios de Inteligencia libios y británicos", ha dicho Juliana Ruhfus, periodista de Al Yazira que ha participado en la investigación.
Los documentos fueron localizados por el director de emergencias de HRW, Peter Bouckaert, tras lo que su organización realizó entrevistas a catorce antiguos detenidos para documentar el grado de participación de la CIA y el MI6 en la detención de dichas personas y en las torturas a las que fueron sometidas tras su traslado a Libia.
Uno de los detenidos en Reino Unido fue Ziad Hashem, quien ha subrayado que fue arrestado sin que pesaran cargos contra él. "Fui puesto en prisión de forma arbitraria y sin explicación alguna", ha puntualizado.
Hashem, que es parte de otra denuncia contra el Gobierno británico, ha expresado su deseo de que se revele el flujo de información entre las agencias de Inteligencia que desembocó en su detención.
Por su parte, el Gobierno británico ha asegurado que está comprometido con las investigaciones en torno a los presuntos malos tratos en la prisión, al tiempo que ha recalcado su posición contra la tortura y ha dicho que nunca ha solicitado a ningún otro país que recurra a ella.