La ministra australiana de Exteriores, Julie Bishop, pedirá al Consejo de Seguridad de la ONU una resolución vinculante sobre la apertura de una investigación independiente acerca del avión abatido en el este de Ucrania.
Australia considera insuficiente que la reclamación de esta investigación se limite a un comunicado de prensa y exige acciones firmes al Consejo de Seguridad, donde necesitará el apoyo de Rusia.
"(Bishop) estará ahí para liderar nuestro trabajo en la ONU, para exponer nuestro punto de vista para que el mundo sepa la seriedad con la que Australia se tomo este asunto", dijo el primer ministro, Tony Abbott, en una entrevista con la cadena ABC.
Entre los 298 pasajeros del avión había 28 personas con pasaporte australiano y ocho personas más con residencia permanente en el país oceánico.
Las potencias occidentales del Consejo de Seguridad denunciaron los supuestos obstáculos que las milicias prorrusas ponen a la investigación en la zona bajo su control en el este de Ucrania y reclamaron acceso inmediato y sin obstáculos al lugar.
Estados Unidos ha apuntado a los rebeldes ucranianos como responsables del suceso mientras que Rusia culpó a las autoridades de Kiev por permitir a aviones civiles sobrevolar una zona de conflicto.
El primer ministro australiano insistió en que "Rusia no se puede lavar las manos de todo esto" y volvió a exigir a Moscú que coopere para que pueda realizarse una investigación y recuperar los cuerpos de las víctimas.
Abbott admitió que todavía no ha hablado con el presidente ruso, Vladimir Putin, y que el ministro de ruso de Exteriores aun no ha aceptado hablar por teléfono con Bishop, quien hoy viaja hacia Estados Unidos para hacer presión ante el Consejo de Seguridad.