La Dirección General de la Policía y de la Guardia Civil explica en un comunicado que el juez notificó a la Policía el auto de libertad en lugar de hacerlo a la cárcel como es habitual, y que los policías de la comisaría de Alcobendas liberaron al preso pese a que el día anterior habían sido avisados de que agentes de la Guardia Civil lo recogerían tras su comparecencia ante el juez.
Por ello, concluye que la puesta en libertad de Bushi sólo fue posible por “una suma de actuaciones erróneas y hechos anómalos que debe considerarse totalmente excepcional”.
Según esas investigaciones preliminares, la Unidad de Protección y Seguridad de la Guardia Civil avisó el día 30 de marzo mediante un fax, “del que consta el OK” a la comisaría de Policía de Alcobendas (Madrid) de que al día siguiente se trasladaría a dos presos –uno de ellos Bushi– y que los policías debían custodiarlos hasta que los guardias civiles volvieran a recogerles “para su reingreso al Centro Penitenciario de origen”.
Al día siguiente a las 13.30 horas se produjo el traslado y los policías se hicieron cargo de Bushi y lo pusieron a disposición del juez, quien al terminar la declaración notificó a la Policía el auto de libertad provisional.
La nota subraya que esa notificación a las Fuerzas de Seguridad es un procedimiento utilizado en los casos de detenidos pero no de presos, ya que en este último caso la notificación se hace directamente al centro penitenciario.
Los policías procedieron a poner a Bushi en libertad en función del auto en el que éste figuraba como “detenido”, aunque su situación real era de “preso provisional a disposición del juzgado de Alcobendas”.
“Esta circunstancia –continua el comunicado–, unida al inhabitual procedimiento utilizado en la notificación del auto y al desconocimiento por parte de los policías actuantes de la condición de preso de Astrit Bushi indujeron al error que permitió su puesta en libertad”.
La Dirección General reitera el máximo interés de las Fuerzas de Seguridad en aclarar este asunto.