Alrededor de 7.000 personas se expresaron hoy en el centro de Stuttgart, en el sur de Alemania, en contra del racismo y la violencia en una manifestación convocada por la Confederación de Sindicatos Alemanes (DGB) con el apoyo de más de 80 organizaciones.
"Mostramos una tarjeta roja, no importa si se trata de cobardes ataques incendiarios contra centros de acogida de solicitantes de asilo, de la persecución a extranjeros o de violencia sexista", dijo desde el escenario el obispo protestante de Württemberg, Frank Otfried July.
La vicepresidenta de la DGB, Gabriele Frenzer-Wolf, advirtió, en vista de las próximo comicios regionales en el estado federado de Baden-Württemberg, en contra de hacer campaña electoral a expensas de los refugiados.
Al mismo tiempo expresó su deseo de no ver representado en el parlamento regional a la Alternativa para Alemania (AfD), formación que inicialmente basó su ideario en el rechazo a los rescates en la zona euro y que defiende ahora un discurso centrado en recortar el derecho al asilo.
No obstante, es importante tomarse en serio las preocupaciones de las personas respecto a los refugiados, agregó por su parte el presidente de la DGB, Nikolaus Landgraf, presente también en la manifestación, en la que pudieron verse banderas con el símbolo de la paz ondeando sobre los manifestantes.
Por otro lado, la ciudad de Magdeburg, en el este de Alemania, mostró hoy, en el 71 aniversario del bombardeo de la ciudad, su rechazo a la ultraderecha.
"Contamos con una democracia fuerte en Sajonia-Anhalt", declaró el jefe del Gobierno de ese estado federado, Reiner Haseloff, durante un evento festivo organizado en las calles de la ciudad.
Subrayó, al referirse a los extremistas de derechas, que no se aceptará a los que actúen al margen de los derechos fundamentales.
Y alrededor de 230 seguidores de Magida, -versión local del movimiento antiislamista Pegida (Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente)- se manifestaron paralelamente al evento convocado por la DGB.
La víspera, cuatro agentes resultaron heridos leves cuando varios participantes en una manifestación de izquierdas en la ciudad, que congregó a unas 250 personas, lanzaron piedras y petardos contra las fuerzas de seguridad, tras lo cual la policía abrió un total de quince expedientes.