El ejército turco y las milicias sirias aliadas de Ankara arrebataron hoy a los kurdos la ciudad siria de Afrín y se hicieron con el control de todo el territorio de ese enclave homónimo, situado en el extremo noroeste del país árabe.
La incursión en la ciudad, el último reducto kurdo en la región, se llevó a cabo en unas pocas horas, desde la madrugada hasta la mañana de hoy, con el apoyo de bombardeos y fuego de artillería, después de que en los últimos días haya huido la mayoría de la población civil hacia zonas controladas por el Gobierno de Damasco.
Horas después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, proclamase la victoria en Afrín en un discurso ofrecido en su país, los combates proseguían en algunos puntos aislados de la ciudad.
Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, algunos milicianos kurdos se negaron a retirarse antes de la entrada de las tropas de Ankara y continuaron presentando resistencia en algunos focos mientras que las fuerzas turcas ya peinaban la zona tras tomar la urbe.
El control turco de la región se escenificó con el izado de la bandera de ese país en lugares claves, como el cuartel general de las Unidades de Protección del Pueblo (YPG, por sus siglas en kurdo), la principal milicia kurdosiria, según informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
La bandera turca y la enseña de la revolución siria -que es de color verde, blanco y negro con tres estrellas rojas- y es usada por las milicias pro Ankara también ondeaban en la sede de gobierno en Afrín, según imágenes difundidas por estos grupos a través de internet.
Los soldados turcos destruyeron varios símbolos kurdos, entre ellos, derribaron una estatua de un héroe mitológico de este pueblo, llamado Kawa el herrero, que, según el Observatorio, había sido erigida hace cuatro años.
Afrín es una de las capitales de la autoproclamada federación del norte de Siria, que los kurdos han establecido en los territorios que dominan, y era considerado un enclave porque estaba separado del resto de territorios kurdos por una región controlada por grupos pro Ankara.
La conquista de Afrín se produce en un momento simbólico para los kurdos, a tres días de la festividad de "Newroz", que marca el año nuevo kurdo y que rememora, precisamente, el magnicidio que, según cuenta la leyenda, llevó a cabo Kawa el herrero contra un rey que oprimía a este pueblo.
La toma de Afrín sirve de colofón a la ofensiva turca, denominada "Rama de olivo", que se inició el pasado 20 de enero y con la que Ankara pretende alejar de su frontera a las YPG, grupo que considera terrorista por sus vínculos con la guerrilla del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK), presente en su territorio.
Las YPG son el principal componente de las Fuerzas de Siria Democrática (FSD), la alianza armada apoyada por Estados Unidos en la ofensiva contra el Estado Islámico (EI) y que ha arrebatado al grupo terrorista sus bastiones de Al Raqa y Deir al Zur.
La ofensiva turca ha causado la muerte de cerca de 2.400 personas, entre ellos al menos 289 civiles, entre ellos 43 menores de edad y 28 mujeres, según el último recuento del Observatorio.
Asimismo, según la ONG, han muerto 1.500 integrantes de las YPG y 91 combatientes de las milicias enviadas por el Gobierno de Damasco para defender la región de la ofensiva turca.
En las filas de la ofensiva "Rama del olivo", han fallecido 496 efectivos, entre ellos 78 militares turcos, según la ONG siria.
En los últimos tres días cerca de 200.000 civiles huyeron de la ciudad de Afrín debido a la intensificación de los bombardeos y se han refugiado en zonas bajo el control del Gobierno de Damasco en la provincia de Alepo (norte), según cálculos del Observatorio.
Asimismo, la ONG afirmó hoy que las tropas turcas han saqueado muchos pueblos de la región de Afrín, en los que han robado las casas y los aperos de labranza dejados por la población civil.