El subcomandante Abdul Ajim Abdulgani, también conocido como Suraka Ingog, era el cabecilla de la organización en Sulu
Uno de los líderes del grupo filipino Abu Sayyaf, afín al Estado Islámico (EI), murió abatido hoy en una operación conjunta del Ejército y la Policía en Sulu, una isla del sur de Filipinas de mayoría musulmana.
El subcomandante Abdul Ajim Abdulgani, también conocido como Suraka Ingog, era el cabecilla de la organización en Sulu, según confirmaron fuentes militares de la región a medios locales.
Las tropas en la zona recibieron un aviso sobre la presencia del terrorista en el poblado de Kalimayahan e iniciaron esta mañana una operación que terminó con la muerte de Abdulgani, quien llevaba encima una pistola, municiones y unos 40 dólares en efectivo.
Otra operación militar en la misma provincia de Sulu esta mañana concluyó con la rendición de cinco miembros de Abu Sayyaf, que entregaron cuatro rifles Mrand Garand.
El Ejército atribuye a Abu Sayyaf el atentado del pasado 31 de julio en el que perdieron la vida diez personas en la isla de Basilan, situada al norte de Sulu, al estallar una furgoneta-bomba que conducía un terrorista suicida.
El ataque se produjo pocos días después de que el presidente filipino, Rodrigo Duterte, invitara al grupo a unirse al proceso de paz en la región de mayoría de musulmana de Mindanao, en el sur del país, después de aprobar la Ley de Autonomía del Bangsamoro.
Esa ley es el resultado del acuerdo de paz firmado en 2014 con el Frente Moro de Liberación Islámica -el mayor grupo rebelde musulmán del país-, por el que los insurgentes se comprometieron a deponer las armas a cambio de una región con más autonomía gobernada por ellos.
Fundado en 1991 como un grupo separatista por un puñado de excombatientes de la guerra de Afganistán contra la Unión Soviética, Abu Sayyaf ha destacado desde sus comienzos por sus acciones violentas y los secuestros.