Los palestinos calificaron como un "chantaje" y una "guerra" contra ellos el cierre de su representación oficial ante Washington, del que les informó hoy la Administración de Donald Trump, declararon fuentes oficiales.
"La retirada de la bandera palestina de Washington es mucho más que un nuevo tortazo de la Administración Trump contra la paz y la justicia", afirmó el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat.
Esta acción, aseguró, es "un castigo colectivo" más y simboliza "el ataque de EEUU contra el sistema internacional en su totalidad, incluidos la Convención de París, la UNESCO y el Consejo de Derechos Humanos", dijo en referencia a la retirada estadounidense de acuerdos y organizaciones internacionales.
La misión de la OLP en Washington, que se ocupa de los asuntos consulares y comerciales palestinos en ese país -como cualquier embajada pero sin rango de legación-, será clausurada próximamente según anunció hoy el Departamento de Estado estadounidense.
"La OLP no ha tomado pasos para comenzar negociaciones directas y serias con Israel", decía el comunicado oficial.
En lugar de eso, "ha condenado un plan de paz de EEUU que no ha visto todavía y se ha negado a participar con el Gobierno de Estados Unidos en los esfuerzos por la paz", señala la nota, en referencia al plan de paz que prepara Trump con el apoyo de su yerno y asesor, Jared Kushner.
Este nuevo avance en el distanciamiento diplomático sucede tras tres semanas consecutivas de anuncios de recortes estadounidenses en las ayudas económicas a los palestinos y después de que Trump declarase que sólo reanudaría la ayuda financiera si estos aceptan un acuerdo de paz con Israel.
El año pasado hubo una amenaza de cierre de la misión palestina en EEUU que no se materializó, según confirmó a Efe el portavoz de la OLP, Xavier Abu Eid, "pero esto de hoy es algo diferente", puntualizó.
"Seguiremos trabajando allí, porque hay cientos de miles de palestinos en Estados Unidos, pero simbólicamente es algo mucho más importante", aseguró.
En unos días en los que se recuerda que hace 25 años se firmaron los acuerdos de Oslo, en los que OLP e israelíes se reconocieron por primera vez, Hanán Ashrawi, miembro del Consejo Ejecutivo de la OLP, señaló hoy la "ironía" del castigo de EEUU a esta organización.
Esta, recordó en un comunicado, es "la representante nacional del pueblo palestino y el cuerpo político más alto que se comprometió a alcanzar un acuerdo político y legal sobre la cuestión palestina".
Ashrawi, además, resaltó lo "cruel" del caso, que tildó de "chantaje", en un contexto en el que los palestinos ya son víctimas de "una implacable ocupación militar israelí".
Husam Zomlot, representante de la OLP ante Washington -que fue llamado a consultas a Ramala en mayo pasado después de que Palestina solicitara a la Corte Penal Internacional (CPI) que investigue posibles "crímenes de guerra" israelíes y aún no ha regresado-, acusó a la Casa Blanca de tratar de "intimidar".
Los palestinos, aseguró, no se arredrarán ahora y tomarán "todas las acciones posibles para avanzar y garantizar el proceso (contra Israel) en la CPI".
El Congreso estadounidense ordenó en 2015 que si los palestinos iniciaban o apoyaban una investigación en la CPI contra Israel, su misión diplomática sería cerrada.
Y el comunicado del Departamento de Estado de hoy lo confirmó diciendo que la clausura "es consistente con la preocupación de la Administración y el Congreso por los intentos palestinos de provocar que la CPI investigue a Israel".
Lo que motivó la directiva del Congreso de EEUU fueron las palabras del presidente palestino, Mahmud Abás, a los miembros de la Asamblea General de la ONU en 2015, cuando dijo que no cejaría en su campaña para que organizaciones internacionales, incluida la CPI, condenen a Israel.
Israel argumenta que la CPI no tiene competencia en el conflicto ya que carece de jurisdicción sobre el país (que no es un Estado firmante) y porque Palestina no es un Estado.
El liderazgo palestino negó autoridad como mediadora exclusiva a la Casa Blanca desde que Trump reconoció en diciembre del año pasado como capital israelí Jerusalén, cuya parte oriental permanece ocupada desde la Guerra de los Seis Días en 1967 e Israel se la anexionó unilateralmente en 1980 en una decisión no reconocida por la comunidad internacional.