El italiano Cesare Battisti, condenado por cuatro homicidios en su país en la década de 1970 y capturado el sábado en Bolivia tras huir de Brasil, fue entregado hoy por el Gobierno boliviano y embarcado rumbo a Italia.
Las autoridades bolivianas ordenaron la "salida obligatoria" de Battisti, quien era solicitado en extradición, tras confirmar que el exmilitante de izquierdas había "ingresado a territorio boliviano en condición irregular".
El Gobierno brasileño, que participó en las gestiones para definir la suerte del italiano, confirmó que las partes decidieron que el exguerrillero sean embarcado, en plazo aún no determinado, desde Santa Cruz de la Sierra hacia su país, donde cumplirá una condena de cadena perpetua.
Tras varias horas de gestiones de los gobiernos de Brasil, Italia y Bolivia, Battista salió de territorio boliviano un día después de haber sido capturado en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, donde se encontraba prófugo de la justicia brasileña.
Requerido por Italia, Battisti era prófugo de la justicia brasileña después de que la Corte Suprema de Brasil -país donde vivía desde 2004- ordenara en diciembre pasado su arresto "inmediato" con la finalidad de extraditarlo al país europeo.
Por ser buscado por las autoridades brasileñas e italianas, el destino de Battisti fue incierto gran parte del domingo, hasta que el primer ministro de italia, Giuseppe Conte, y las autoridades bolivianas confirmaron que partiría directamente desde Santa Cruz de la Sierra a Roma en un avión que llegó desde Italia para trasladarlo.
Desde la mañana de este domingo el Gobierno de Brasil, a través del Ministerio de Justicia y Seguridad Pública y de la Cancillería, llevaron a cabo gestiones con los de Italia y Bolivia para entregar a Battisti a las autoridades del país europeo.
En un primer momento, el general Augusto Heleno Ribero, ministro del Gabinete de Seguridad Institucional de Brasil, tras una reunión de urgencia convocada por el presidente Jair Bolsonaro y a la que también asistieron los jefes de las carteras de Justicia y de Relaciones Exteriores, llegó a confirmar que el exactivista sería trasladado primero a Brasil y de allí al país europeo.
No obstante, horas después, el ministro boliviano de Gobierno (Interior), Carlos Romero, confirmó en Santa Cruz de la Sierra que Battista será entregado este domingo a las autoridades de Interpol Italia en el aeropuerto cruceño de Viru Viru, donde abordará un avión enviado por las autoridades del país europeo.
Al respecto, Bolsonaro explicó, a través de su cuenta en Twitter, que el ofrecimiento de Brasil se hizo para ayudar a las autoridades italianas a enviar al detenido a su país, y enfatizó -en mayúsculas- que "Brasil no será más refugio de marginales o bandidos disfrazados de presos políticos".
La captura de Battista en Bolivia fue aplaudida por el ultraderechista, que desde su campaña electoral había anunciado que no escatimaría esfuerzos para lograr la extradición del activista italiano, aunque siempre a expensas del Supremo.
El primer ministro italiano, Giuseppe Conte, anunció hoy que Battisti será extraditado "en las próximas horas".
De igual forma se manifestó el presidente de Italia, Sergio Mattarella, quien se felicitó por el arresto de Battista y dijo que espera su llegada para que "cumpla la pena por los graves crímenes con los que se manchó".
Battisti, de 64 años, fue capturado el sábado en Santa Cruz de la Sierra mientras caminaba por la calle tranquilo y con gafas de sol, según se ve en un vídeo divulgado por la Policía italiana.
El italiano fue miembro de la banda Proletarios Armados por el Comunismo, un brazo de las Brigadas Rojas, y condenado a cadena perpetua por cuatro homicidios que él niega haber cometido.
No obstante, se fugó y, tras refugiarse en Francia y en México durante décadas, se instaló en 2004 en Brasil, donde vivió oculto hasta su detención en 2007.
Hasta diciembre pasado, Battisti vivía en libertad en Brasil en virtud de una decisión del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, (2003-2010), líder del izquierdista Partido de los Trabajadores (PT) y quien está preso desde abril condenado a 12 años por corrupción.
Lula negó la extradición de Battisti el último día de su segundo mandato -el 31 de diciembre de 2010- a pesar de que el Supremo la había autorizado desde 2009 en un fallo no vinculante.
El mes pasado y a petición de la fiscal general de Brasil, la Corte Suprema ordenó su detención "con fines de extradición", decisión ratificada por el entonces presidente Michel Temer con un decreto firmado el 14 de diciembre, cuando Battisti fue declarado prófugo en Brasil.
En el momento de su detención no opuso resistencia, respondió en portugués y mostró un documento de identidad brasileño.