Expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) consideraron hoy posible que el coronavirus causante de la COVID-19 circulara ya por Francia en diciembre, como afirmó un estudio médico esta semana, aunque subrayaron que hay que seguir estudiando estos casos prematuros para llegar a conclusiones.
"Necesitaremos mas información y tendremos que ver cuál es el historial clínico, pero podría haber habido algún caso en Francia en esa fecha tan temprana", admitió hoy en rueda de prensa la jefa del Departamento de Enfermedades Emergentes de la OMS, María Van Kerkhove.
CASO SOSPECHOSO EN PARÍS EL 27 DE DICIEMBRE
Las dudas sobre el verdadero avance de la enfermedad a finales de 2019 han crecido en los últimos días a raíz del posible positivo de un paciente al que se le tomaron muestras el 27 de diciembre en el hospital Jean Verdier, a las afueras de París, cuatro días antes de que China comunicara a la OMS la existencia del nuevo coronavirus.
Otros estudios en Estados Unidos apuntan también a pacientes con posible COVID-19 en ese país a finales del pasado año, pese a que el primer caso fuera de China hasta ahora confirmado era del 13 de enero en Tailandia.
Van Kerkhove afirmó que de momento es mejor no hacer excesivas especulaciones, aunque subrayó que "se cree que el primer caso en Wuhan pudo ser el 1 de diciembre, así que entra dentro de lo posible que alguien desde allí viajara a otro lugar" y transmitiera el coronavirus.
LAS MUESTRAS ANTIGUAS PUEDEN SER REVELADORAS
La epidemióloga estadounidense explicó que algunos países guardan muestras recogidas en temporada de gripe que ahora están siendo investigadas en busca de casos antiguos de COVID-19 para conocer las primeras evoluciones de la enfermedad, de la que todavía hay muchas incógnitas sobre su origen.
Al respecto, el director de la OMS para Emergencias Sanitarias, Mike Ryan, subrayó en la misma rueda de prensa que casos aislados como el de Francia pudieron quizá no hacer saltar las alarmas, como sí lo hicieron los de la ciudad china de Wuhan en diciembre del pasado año, al detectarse en varios individuos al mismo tiempo.
"Los de Wuhan eran casos de neumonía atípica, las pruebas dieron negativo para patógenos normales y se entendió que se trataba de algo nuevo y perjudicial", indicó Ryan.
El experto subrayó que la investigación de posibles casos antiguos es un paso positivo y animó a que continúe en otros países, así como a que se guarden muestras de pacientes atendidos por si en el futuro pudieran ser de utilidad en crisis como la actual.
"Es prudente tomar esas muestras para más adelante, esperamos que haya otros exámenes de investigadores en el mundo que detecten casos parecidos", subrayó, e indicó que en el futuro la OMS podría hacer una valoración pública de estos casos.
LOS MERCADOS ALIMENTARIOS, OTRA VEZ EN LA ESCENA
El hombre de París al que se le ha detectado a posteriori el coronavirus no había viajado por esas fechas, estuvo enfermo durante quince días y se cree que contagió a sus dos hijos, pero no a su mujer.
Se sospecha que la esposa pudo ser un paciente asintomático, ser el origen del contagio en la familia y haber contraído el virus en la pescadería de un supermercado en el que trabaja, donde había clientela de origen chino.
Curiosamente, los primeros casos detectados en Wuhan también tuvieron relación con un recinto en el que se vendían pescados y otros alimentos, el mercado Huanan, que fue cerrado a principios de enero tras detectarse la proliferación de contagios en vendedores y clientes.
La agencia sanitaria de la región de Ile de France, donde se encuentra París, aseguró el lunes que analizará estos casos, que de confirmarse serían un mes anteriores a los que hasta ahora se consideraban oficialmente los primeros en territorio francés, reportados el 24 de enero.
Las dudas sobre la evolución inicial de la pandemia antes de que fuera declarada como tal se producen pocos días antes de que la OMS celebre su asamblea anual, que comenzará el 18 de mayo y será virtual, debido a la actual pandemia, en lugar de celebrarse como es habitual en la sede europea de Naciones Unidas en Ginebra.
La asamblea, dadas las circunstancias, se dedicará casi íntegramente al análisis de la pandemia de la COVID-19, en un momento en que cientos de laboratorios de todo el mundo trabajan por hallar vacunas y tratamientos contra una enfermedad que ha matado a casi 250.000 personas en todo el planeta.