Aseguró que recurrirá al Tribunal Supremo para denunciar un presunto "fraude" en su contra
El presidente de EE.UU., Donald Trump, declaró este miércoles que ha ganado las elecciones a pesar de que continúa el recuento en varios estados clave, y aseguró que recurrirá al Tribunal Supremo para denunciar un presunto "fraude" en su contra.
"Este es un fraude al pueblo estadounidense. Nos estábamos preparando para ganar estas elecciones. Francamente, hemos ganado estas elecciones", afirmó Trump desde la Casa Blanca.
"Iremos al Tribunal Supremo. Queremos que pare todo el proceso de votación. No queremos que encuentren papeletas a las cuatro de la mañana y las añadan al desastre", subrayó el presidente hacia las 2:30 de la madrugada del miércoles (6:30 GMT).
Cuando Trump habló, tenía garantizados solo 213 delegados de los 270 que necesita en el Colegio Electoral para lograr un segundo mandato, frente a los 224 que acumulaba Biden.
Los estados clave de Pensilvania, Michigan y Wisconsin avisaron de que necesitarían más horas e incluso días para contar todos los votos, debido en parte al aumento del volumen de voto por correo a raíz de la pandemia.
El mandatario y su campaña han allanado el terreno para posibles juicios desde hace meses, al sembrar desconfianza en el voto por correo -a pesar de que no hay pruebas de que pueda llevar a un fraude generalizado- e insistir en que el resultado que debería contar es el de la noche electoral.
Más recientemente, Trump ha cuestionado los procedimientos establecidos en Pensilvania, donde serán válidos los votos por correo que se reciban en los tres días posteriores a este martes si el matasellos confirma que fueron enviados dentro del plazo legal.
"Millones y millones de personas votaron esta noche por nosotros y un grupo muy triste de gente está tratando de quitar el derecho al voto a ese grupo de gente, y no lo toleraremos", insistió Trump ante los al menos 200 invitados de su campaña que participaron en su fiesta de la noche electoral.
Se espera que el resultado de las elecciones sea ajustado y pase por los mismos tres estados que dieron la Casa Blanca a Trump por un margen muy estrecho en 2016: Pensilvania, Michigan y Wisconsin, donde el recuento podría tardar aún días.