La ciudad de Tokio se ve afectada desde este lunes por un nuevo estado de emergencia sanitaria por el aumento de casos de covid-19 en el territorio, que estará vigente durante todo el período en el que se celebrarán los inminentes Juegos Olímpicos.
La alerta, que durará en principio hasta el 22 de agosto, está destinada a limitar el flujo de personas en la metrópolis durante el verano y el evento deportivo que, como consecuencia, no tendrá espectadores en los estadios de la ciudad ni en la mayoría de sedes para competiciones repartidas por el resto del archipiélago.
Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, cuya ceremonia de inauguración está prevista para el 23 de julio, cuenta con competiciones en nueve prefecturas del país: Tokio, Chiba, Saitama, Kanagawa Fukushima, Hokkaido, Shizuoka, Ibaraki y Miyagi. Las seis primeras han dicho que no permitirán la entrada de público y las otras tres se ceñirán al límite de aforo (de algunos miles) fijado por las autoridades.
El estado de emergencia en Japón no conlleva un confinamiento de la población, por lo que se apreció poca variación en el tránsito de personas en el transporte público la mañana de este lunes.
La medida implica restricciones principalmente enfocadas a la hostelería, a la que se le prohíbe vender bebidas alcohólicas y se les insta a finalizar su horario comercial a las 20:00.
También se establece un límite en el número de espectadores en eventos multitudinarios como conciertos y competiciones deportivas, con un aforo máximo de 5.000 personas o la mitad de la capacidad de las instalaciones, lo que sea menor.
Pese a que las prefecturas aledañas a Tokio no se ven afectadas por el estado de emergencia, sí mantienen algunas restricciones, lo que tendrá también impacto en los Juegos Olímpicos.
Este es el cuarto estado de emergencia que declara Japón desde la explosión de la pandemia de covid. El primero comenzó en abril de 2020, seguido por un segundo en enero de 2021.
El primer ministro japonés, Yoshihide Suga declaró una tercera alerta sanitaria en abril que se extendió hasta finales de junio.
Estaba previsto que las autoridades mantuvieran ciertas restricciones durante los JJ.OO., sin llegar a declarar la alerta máxima, pero un considerable aumento de los contagios en el área capitalina debido a la propagación de variantes más contagiosas, entre ellas la delta, motivó la nueva declaración.