El Granada, con un doblete del nigeriano Ighalo, se llevó la victoria de Santo Domingo ante el Alcorcón (0-2), en un partido en el que los locales pusieron las ganas y la actitud ante un conjunto andaluz que expuso muy poco fútbol y tiró de oficio para doblegar a su rival.
El Granada, pese a ser un equipo de Primera División, el sexto que visita Santo Domingo en Copa del Rey desde 2009, no generó mucha expectación entre la hinchada alfarera, que apenas cubrió la mitad del aforo.
El conjunto local, que en los últimos años ha logrado mucho reconocimiento por sus actuaciones en el torneo, salió desde el inicio a por su rival sin contemplaciones y suyos fueron los primeros acercamientos con cierto peligro a la meta rival, sobre todo por la banda derecha comandada por Juli y Mikel Iribas.
El equipo andaluz, con su tridente ofensivo formado por Piti, el argelino Yacine Brahimi y el nigeriano Ighalo, no se mostró muy incisivo en ataque durante la primera mitad, en parte debido a la contundencia con que se mostró la zaga alfarera, muy firme durante gran parte del choque.
A los 29 minutos, una falta botada desde el costado derecho por Fran Rico encontró dentro del área a Ighalo que, con un remate de cabeza picado, inauguró el marcador.
Con ventaja en el marcador, el Granada decidió entregar el balón a su rival y esperar dentro de su campo las acometidas de los alfareros que, una y otra vez, se encontraban en los últimos metros con Diego Mainz y el colombiano Jeison Murillo, los centrales granotas.
En la segunda mitad, y con la intención de buscar la remontada, el técnico local Miguel Álvarez dio entrada sobre el césped a Dani Pacheco y Javito, dos jugadores que mejoraron el apartado ofensivo de su equipo ante un cada vez más inofensivo Granada.
Ambos jugadores fueron los protagonistas de la mejor jugada de ataque del Alcorcón a los 70 minutos. Pacheco apuró línea de fondo por la banda izquierda y centró raso para que Javito, solo dentro del área pequeña y con el portero griego Orestis Karnezis vencido, estrellara el balón en el travesaño.
Esa acción supuso un toque de atención para el Granada, que volvió a meter intensidad al partido después de unos minutos en los que daba la sensación de estar demasiado relajado.
Con ese cambio de actitud el Granada volvió a hacer acto de presencia en ataque y de nuevo Ighalo, ésta vez en una jugada individual, marcó el segundo tanto a falta de diez minutos para el final.
El Alcorcón lo intentó hasta el final y en sendos disparos de Iribas y Pacheco que se marcharon fuera por poco pudo recortar distancias, pero el marcador no se movió más y el Granada deja la eliminatoria de acceso a octavos de final muy encarrilada.