La última obra de cierta envergadura se acometió en el barrio de la Pastora en el pasado mandato corporativo en la plaza del bario. O sea, hace ahora algo más de cinco años.
Desde entonces y ya con el actual Gobierno PSOE-Andalucistas se ha realizado “alguna que otra pintada de pasos de cebra -muy pocos- y el arreglo de algún miserable socavón originado por los continuos movimientos de camiones y vehículos que atraviesan constantemente por las dos autovías de entradas y salidas de la ciudad que tenemos que sufrir en nuestras calles Ancha-Mariana de Pineda y Hernán Cortés-Santa Teresa de Jesús, asunto este que parece imperecedero e imposible de solucionar”.
También se ha hecho algún arreglo puntual o de urgencia en esas mismas calles ocasionadas también por el deterioro ejercido por la excesiva circulación, haciendo uso de “nuestra robusta memoria”.
“Sobre todo enumeramos la lectura sacada de nuestras alforjas y archivos mentales de las constantes promesas y brindis al sol aderezadas de inanes sonrisas y palmadas en las espaldas, de algunas reuniones con buen talante pero de poco talento y de observar que cuando cabalgamos nos hacen querer ver a supuestos gigantes en vez de molinos de viento que es lo que realmente tentamos con las manos. Es decir, nos toman el pelo”.
Esto lo dice la Asociación de Vecinos La Pastora y lo que dice lo han votado los vecinos. O sea, que no es una rabieta de unos cuantos sino una realidad que viven en el barrio.
“Causa pena y decepción confirmar una vez más el hartazgo que los ciudadanos y ciudadanas manifestamos cuando somos consultados por los medios de comunicación, hacia las pobres e inoperantes políticas practicadas, ya gastadas por conocidas”, dice la entidad vecinal en esa denuncia se ha tenido que dirigir a los medios de comunicación como último recurso.
La directiva de la asociación ha mantenido reuniones de todo tipo, tanto fuera como dentro de algún departamento específico del Ayuntamiento, asistiendo de “notarios” a algunas de ellas algún representante de la Federación de Vecinos Isla de León.
“Nos hemos servido de conversaciones coloquiales, de asambleas de barrio y por supuesto se han mantenido de parte, las clásicas comunicaciones escritas de manera prolongada y suficiente con la Administración Local, aunque sin recibir ninguna contestación”.
O sea, que han dejado constancia “verbal y por escrito” de todo lo manifestado anteriormente en forma de petición y que los vecinos han podido refrendar en momentos necesarios. “Incluso hemos aprovechado casuales encuentros callejeros en ocasiones puntuales”.
“La opinión pública debe saber que nuestras peticiones y predisposición siempre la hemos manifestado de manera clara, rotunda y educada, con firmeza y sin recurrir a ningún entreguismo o compadreo. Ha sido, es, nuestra obligación”, dicen desde la asociación vecinal.
“Hemos estado dispuestos a establecer un orden de prioridades de atención a este barrio incluso llegando a intentar acordar aquello que sea posible yen el tiempo y circunstancia económica que lo permita”.
“Lo que parece poco razonable es que no se nos atienda para nada que no sea que se nos regale alguna sonrisa extemporánea o nueva promesa con incumplimiento incluido”, dice mencionando la práctica habitual del Gobierno local.
La Asociación de Vecinos aclara que no tiene obligación ni va a efectuar propaganda de nada ni de nadie aun reconociendo que hay formaciones políticas que al menos se interesan de nuestros problemas. “Que no nos vamos a presentar a las próximas elecciones para concejales, ni tenemos que publicitar o vender a nuestros vecinos y vecinas nada que no sea nuestro empeño y trabajo en reivindicar soluciones a los problemas del barrio. Ustedes equipo de gobierno, sí”, replican a la falta de medidas del Ayuntamiento.
Con todo ello, después de dos años de la constitución de una gestora, de cuatro años de una primera junta directiva y de trece meses de funcionamiento de una segunda junta directiva, con la que se suma más de siete años de la nueva puesta en marcha para que la voz del barrio de la Pastora sea oído, la asociación “tiene poco que celebrar como efemérides mientras existan tan importantes problemas sin solucionar en el mismo”.
