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Sábado 20/04/2024  

Patio de monipodio

El aceite no viene de Ucrania

Las guerras sirven para muchas cosas menos para arreglar las cosas. Esta que está teniendo lugar en Ucrania, por ejemplo, está sirviendo a la OTAN, a Rusia y...

Publicado: 16/03/2023 ·
19:00
· Actualizado: 16/03/2023 · 19:00
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  • Aceite de oliva. -
Autor

Rafael Sanmartín

Rafael Sanmartín es periodista y escritor. Estudios de periodismo, filosofía, historia y márketing. Trabajos en prensa, radio y TV

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Con su amplia experiencia como periodista, escritor y conferenciante, el autor expone sus puntos de vista de la actualidad

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Las guerras sirven para muchas cosas menos para arreglar las cosas. Esta que está teniendo lugar en Ucrania, por ejemplo, está sirviendo a la OTAN, a Rusia y a Ucrania, pero nada a quienes se están gastando el dinero en financiar armamento a Zelenski para que en vez de durar dos meses dure dos tres años, pese a que el Instituto Tavistock ya ha sentenciado su final, pero los contendientes se resisten a deponer las armas, unos respaldados en su fortaleza física y geográfica, otros en el apoyo de la OTAN verdadera beneficiaria del conflicto.

Beneficio sin gasto, así cualquiera, porque el rearme de la organización es el de los estados que forman parte de ella, por lo tanto paga la ciudadanía de esos estados, que pagará todo el tiempo que les parezca alargar la guerra y después en la reconstrucción, donde habrá que ver los años de sacrificio.

Durante los años anteriores a la invasión rusa, los medios de (in)comunicación más adictos al régimen económico y por eso más activos contra Rusia, estuvieron mudos ante los asesinatos de la división Azov, premiada con su inclusión en las fuerzas armadas ucranianas.

Durante la campaña militar las fuerzas más importantes están siendo los brazos europeos, forzados a trabajar y a pagar más caro que nunca el derecho a vivir, para financiar esas armas capaces de alargar la muerte por ambos lados hasta… ni se sabe.

Porque el aceite de oliva no viene de Ucrania, otras muchas cosas tampoco, y no hay motivo objetivo para su brutal subida. ¿El año pasado los aceiteros regalaban el aceite? ¿Los mismos que este año lo han subido hasta el doble de su valor anterior?

Tan escasa seriedad hace dudar de que el año anterior perdieran dinero y de que este año no lo estén recuperando de forma exagerada.

Después llamarán a los demás “extremistas”, cuando el extremo es el precio actual del comestible y en especial del aceite.  

O extremos ambos, el de hace un año y el de ahora. ¿Dónde vamos con tan brutal subida?

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