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Sevilla

Condenada a cinco años por clavar un botellín roto en el cuello a un hombre

Se dio a la fuga

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La Audiencia Provincial de Sevilla ha condenado a cinco años de cárcel y el pago de una indemnización de 2.091 euros a una mujer de 49 años de edad por agredir a un hombre con un botellín de cristal roto, que le clavó en el cuello, tras lo que se dio a la fuga siendo interceptada por un grupo de ciudadanos que habían observado los hechos.

   En la sentencia, consultada por Europa Press, la Sección Séptima de la Audiencia Provincial relata que los hechos tuvieron lugar sobre las 00,30 horas del día 27 de marzo de 2011 en el bar 'El Bocao' de Sevilla, cuando la acusada, D.R.L., con un trastorno límite de la personalidad y afectada por el consumo de alcohol, entabló una discusión con la víctima.

   En el transcurso de la misma, "y con intención de mermar su integridad física", la imputada golpeó a la víctima en la cabeza con un botellín de cerveza. "Momentos más tarde", y después de recuperarse del impacto, el afectado entró de nuevo en el establecimiento, entablándose una nueva discusión entre ambos durante la que la acusada le propinó varios puñetazos.

   Tras ello, la imputada salió a la calle y cogió un botellín de cerveza que rompió contra el alféizar de una ventana, tras lo que, empuñando el cuello roto y punzante del botellín, entró nuevamente en el establecimiento, "aproximándose rápida y sorpresivamente" a la víctima "al tiempo que le gritaba que lo iba a matar".

   Así, y "con intención de atentar contra la vida del mismo", le clavó el borde punzante del botellín roto en el cuello y se dio a la fuga, siendo alcanzada por un grupo de ciudadanos que procedieron a su persecución y que llamaron a la Policía.

   La herida que sufrió la víctima le afectó a una estructura vascular del cuello, concretamente a la vena yugular externa, provocando un "importante" sangrado a dicho nivel, de manera que "si no se hubiesen aplicado inmediatamente medidas destinadas a impedir dicho sangrado, la vida de la víctima hubiera corrido serio peligro".

   El juicio no llegó a celebrarse después de que la acusada aceptara los hechos, por lo que la Audiencia Provincial la ha condenado a cinco años de cárcel por un delito de homicidio en grado de tentativa, así como al pago de una indemnización de 2.091 euros por las lesiones causadas.

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