Es un videojuego para tablets. El niño hiperactivo lo utiliza y se divierte. Pero, al tiempo que responde a los estímulos del juego, aporta también una valiosa información para el especialista que le permitirá discernir si el menor con trastorno de hiperactividad reaccionará positivamente o no al tratamiento con medicinas.
Se trata de un proyecto de investigadores del departamento de Psicología Experimental de la Universidad de Sevilla. Se estima que el 5% de la población infanto-juvenil la sufre, lo que equivale a uno o dos niños por aula.