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Sevilla

El avión solar Impulse II adelanta al jueves su llegada a Sevilla

El avión de los suizos Bertrand Piccard y André Borschberg capaz de volar sin usar combustible fósil, aterrizará en San Pablo el jueves a las 02.00 horas

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El avión solar de los pioneros suizos Bertrand Piccard y André Borschberg capaz de volar día y noche sin necesidad de usar combustible fósil, aterrizará finalmente en el Aeropuerto de Sevilla  este jueves 23 de junio a las 02:00 hora local (madrugada de miércoles a jueves), adelantando su llegada un día ya que inicialmente, tal y como avanzó Viva Sevilla, tenía prevista su llegada para este viernes.  Llegando de New York con Bertrand Piccard a los mandos, es el primer vuelo transatlántico, eléctrico, solar, y con cero emisiones, y la continuación del intento de lograr la primera vuelta al mundo en avión solar.

En el ecuador de su viaje, el avión solar llegará a la capital hispalense tras realizar una de sus etapas más difíciles, la travesía del Océano Atlántico.  La nave inició el lunes su recorrido desde el aeropuerto JFK de Nueva York a las 02.30 hora local (06.30 GMT).

Unas 90 horas de vuelo en cuatro días y cuatro noches sin descanso durará esta travesía. Después de catorce etapas, pasando por Omán, India, Myanmar, China, Japón y Estados Unidos, los creadores del avión consideran España una de las mejores opciones para hacer parada en Europa. Este nuevo tramo sólo es comparable al que realizó el año pasado el otro ingeniero que desarrolló el proyecto, André Borschberg, cuando sobrevoló el Océano Pacífico durante cinco días y sus noches, batiendo un nuevo récord para demostrar que las energías limpias pueden alimentar el planeta.

Este proyecto busca, mediante la vuelta al mundo del avión propulsado exclusivamente con energía solar, concienciar y convencer a los gobiernos del mundo de que implementen las soluciones tecnológicas que permitan preservar el medio ambiente.

Para afrontar el desafío de lograr la primera vuelta al mundo en un avión propulsado por la energía solar, se ha optimizado cada eslabón de la cadena de propulsión, desde las células solares hasta las hélices.

La aeronave monoplaza, fabricada con fibra de carbono, tiene una envergadura mayor que la del Boeing 747, con un peso que equivale a un vehículo familiar vacío, y mantiene una velocidad de travesía de entre 45 y 55 kilómetros por hora, mientras que alcanza un máximo de 8.500 metros de altitud.

Un total de 17.248 células solares incorporadas en las alas cargan las cuatro baterías que a su vez accionan los cuatro motores eléctricos y las hélices, con un sistema de propulsión que es el 93 por ciento de eficiente, por lo que solo pierde el 7 por ciento de energía, comparado con un coche que desperdicia el 70 por ciento.

Gracias a las diez cámaras montadas en el habitáculo, las alas, el centro de control de la misión y en tierra, los miles de aficionados a este proyecto pueden seguir en todo momento las evoluciones del piloto y de los ingenieros.

De momento, la travesía del avión, para la que se han ido turnando el pilotaje Piccard y Borschberg, esta completa en un 80 por ciento.

En la etapa anterior, Borschberg recorrió los 129 kilómetros que le separaban de la localidad de salida, Lehigh Valley (Pensilvania), hasta Nueva York.

Una vez el Solar Impulse II aterrice por primera vez en Europa, continuará hasta Abu Dabi, en los Emiratos Árabes Unidos, donde inició su viaje en marzo de 2015.

La compañía destaca las similitudes de este vuelo con el que realizó a través del Atlántico décadas atrás el Espíritu de San Luis, ya que también intenta despertar el interés del público en la aviación, pero en este caso con las energías renovables.

La Sociedad Geográfica Española le concedió el 1 de marzo el Premio Viaje del Año por demostrar que las tecnologías limpias y las renovables pueden cambiar el mundo, valorando la faceta pionera de sus dos creadores.

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