El asesinato del embajador de Rusia en Turquía, el horror de la guerra en Siria, la crisis humanitaria de los refugiados o imágenes de historias humanas universales. El World Press Photo 2017, el premio más prestigioso de fotoperiodismo, ha iniciado en Sevilla su periplo mundial por más de 45 países.
La exposición puede verse en la Fundación Cajasol de la capital hispalense, y recoge más de un centenar de fotografías ganadoras en ocho categorías que, como cada año desde 1955, ofrece instantáneas, momentos de los eventos más destacados del año.
El concurso ha contado con la participación de 5.034 fotógrafos procedentes de 125 países, que presentaron en total a la competición más de 80.400 imágenes.
Se trata de la sesenta edición del concurso mundial de fotografía de prensa que ha nombrado al fotógrafo turco Burhan Ozbilici ganador del World Press Photo del año.
La foto ganadora muestra a Mevlüt Mert Altistas, un policía de 22 años fuera de servicio, después de asesinar el embajador de Rusia en Turquía, Andrey Karlov, en una exposición de arte en Ankara el pasado diciembre.
Brazo en alto y pistola en mano, el asesino posa junto al cadáver del embajador y grita: "Ala es grande. No os olvidéis de Alepo y Siria", antes de ser abatido por las fuerzas especiales turcas.
El fotógrafo capta, además, con su cámara la secuencia completa, el antes, el durante y el después de disparar, e ilustra otra escena con un grupo de asistentes a las exposición agachados en el suelo, aterrados por lo que acaban de presenciar.
La guerra de Siria y sus consecuencias ocupa parte del interés de la exhibición de los fotoperiodistas, que muestran la cruda realidad y el horror de la guerra, el sufrimiento de los desplazados que huyen de las balas y las bombas.
Es el caso de Nahid Mashhadi, segundo premio en la categoría de Reportaje Gráfico, un joven sirio de Alepo que consigue una cámara y durante cuatro años se dedica a plasmar lo que ve en su ciudad, mostrando al mundo "lo que allí pasaba porque nadie podía entrar en su país", según ha relatado a Efe el comisario de la exposición Juan Carlos Sánchez Lamadrid.
En una de la fotos premiada, Mashhadi, ahora refugiado en Francia, congela con su cámara cómo dos hombre portan de una calle de Alepo a sendos bebes de meses para salvarlos de desolación y la ruinas tras un ataque aéreo.
La ganadora del primer premio individual, "Tomar un puesto en Baton Rouge", de Jonathan Bchaman, muestra como la activista Ieshia Evans se mantiene en pie mientras ofrece sus manos para ser arrestada por la Policía antidisturbios en una protesta contra la brutalidad policial frente a la comisaría de Baton Rouge, en Louisiana, Estados Unidos.
Pero en esta edición sobresale también la crisis humanitaria de los refugiados e inmigrantes en varias partes de mundo, centrando la mirada en el tránsito hacia una vida mejor, camino a Macedonia, Grecia o Libia, en travesías desgarradoras.
A la temáticas mencionadas se unen otras tantas imágenes sobre la naturaleza premiadas, como la de los españoles Francis Pérez, que muestra a una tortuga atrapada en una red de pesca en Tenerife, y Jaime Rojo y su fotografía de la mariposas monarca en la nieve.
La colección, que estará en Sevilla hasta el 18 de mayo, es una ventana a mundo sacudido por conflictos, por odios, pero también refleja la humanidad de momentos e historias que son universales.
Así lo han reseñado el presidente de la Fundación Cajasol, Antonio Pulido, y Erik Jagger, representante de la Fundación World Press Foto, durante la inauguración de la muestra que pasará por 45 país y que será visitada por unos cuatro millones personas.