La mayor parte de las sillas que se habían habilitado para el público en la primera sesión a puerta abierta en el juicio por la violación en grupo a una joven madrileña en los sanfermines del año pasado han sido ocupadas por jóvenes, posiblemente estudiantes.
Solo se ha permitido la entrada en la sala del jurado, la mayor del Palacio de Justicia de Navarra, a 70 personas, 46 periodistas ya acreditados para cubrir el juicio y 24 ciudadanos, entre los que no ha habido ningún familiar ni de la denunciante ni de los acusados.
El acceso al público se daba por orden de llegada a partir de las 08:00 de la mañana, cuando se han tenido que identificar con su DNI, aunque media hora antes ya había gente esperando, de forma que la plazas se han ocupado con rapidez.
Todos los asistentes han tenido que pasar después por el control de acceso al edificio y a continuación por otro se seguridad que la Policía Foral ha instalado con varios agentes junto a la puerta de la sala para impedir que se introdujeran cámaras, grabadores o teléfonos.
Las mismas medidas se ha aplicado a los periodistas, que para su trabajo solo han podido entrar en la sala con cuaderno y bolígrafo.
El proceso se repetirá mañana para medios de comunicación y ciudadanos, ya que las autorizaciones concedidas a estas 24 personas solo tenían validez para la sesión de hoy, en la que se presentaban sus conclusiones las acusaciones, pero para mañana, turno de las defensas, se necesitarán nuevas.
