Jesús Pérez, abogado del guardia civil acusado de violar, junto a otros cuatro jóvenes, a una chica madrileña durante los sanfermines del año pasado, ha afirmado hoy en la exposición de su informe final que la declaración de la víctima estuvo "influenciada por terceros" y también "instrumentalizada".
Pérez, durante una hora y media de exposición ante la sección Segunda de la Audiencia de Navarra, ha sostenido que antes del juicio comunicó al tribunal que "la presión mediática podía influir en los testigos" y "eso es lo que sucedió".
Por tanto, ha puesto en duda la objetividad del informe de la Policía Foral sobre los vídeos grabados por los acusados y también el realizado por las psicólogas del juzgado, que acreditaba la existencia de estrés postraumático en la joven.
Sin embargo, ha defendido el informe psicológico realizado por el perito asignado por la defensa que, según ha dicho, indica que la denunciante "exageraba los síntomas de depresión y ansiedad" y concurría la existencia de "rasgos histriónicos" en ella.
Asimismo, ha resaltado que la primera referencia de la joven para "justificar" su llanto ante la pareja de jóvenes que la encontró en un banco de la Avenida Roncesvalles en la madrugada del 7 de julio es la ausencia de su móvil.
Y en ese sentido ha cuestionado la situación de estrés emocional de la denunciante, ya que, ha precisado, pasaron cinco personas cerca de ella sin pararse, por lo que se ha preguntado si no sería una "cuestión subjetiva el posible llanto".
También ha reforzado su tesis de que la declaración de la chica estuvo "influenciada por terceros" porque ella misma dice a la citada pareja "han sido ellos", en referencia a la pérdida de móvil, pero según Pérez, la pareja "lo primero que piensa es que ha sido víctima de una agresión sexual".
Y es que, según ha expuesto el abogado, la joven "no ha tenido ocasión de rectificar desde la preocupación social" de ser víctima de un posible delito de agresión sexual.
Ha incidido en que los agentes de la Policía Municipal que la atienden desde el primer momento "ya han recibido" la llamada de que se trata de una agresión sexual.
Igualmente ha defendido que la chica prestó su consentimiento cuando la grababan, "lo corroboran los datos", y que los agentes policiales buscaron su móvil porque ella "temía" que hubieran sido realizados con su teléfono y se pudieran "difundir" y por ello se encontraba "afectada".
Pérez ha puesto de manifiesto algunas contradicciones de la joven en el sentido de que "no es coherente" besarse con uno de los acusados si la estaban "molestando".
Ha explicado que, según el médico forense, el resultado de la exploración a la joven es que "podría haber sido el mismo si las relaciones son consentidas".
Y ha destacado que los acusados, tras los hechos, acudieron a un hotel con cámaras, algo que no hubiera realizado "alguien que acaba de cometer un delito" y que se mostraron "tranquilos" y con actitud "colaboradora" tanto con los agentes policiales que les identificaron como con quienes les detuvieron.
Pérez ha rechazado que el robo del móvil se produjera para dejarla "incomunicada" ya que "antes y después" de los hechos "pasaba mucha gente por la calle".
Finalmente, ha solicitado al tribunal la absolución para su cliente y el principio jurídico 'in dubio pro reo', es decir, que, en caso de duda, se favorezca al acusado en la sentencia final.