Después de que el Ayuntamiento de Palomares del Río (Sevilla), gobernado por la socialista Ana Isabel Jiménez, denunciase ante la Guardia Civil la profanación de un columbario del cementerio municipal donde fueron depositados restos óseos asociados a un grupo de víctimas de la represión promovida por los sublevados durante la Guerra Civil pero en principio descartados por las pruebas de cotejo genético, agentes de la Benemérita han inspeccionado el camposanto de esta localidad.
Así lo ha manifestado a Europa Press la alcaldesa de Palomares, precisando que los agentes visitaron el cementerio el pasado miércoles 4 de septiembre, unos días después de que el Ayuntamiento denunciase los hechos.
Según la alcaldesa, los destrozos fueron cometidos en un nicho o "columbario" del cementerio de Palomares donde fueron depositados una serie de restos óseos inicialmente conectados con los denominados "Cinco de la Riuela", un grupo de personas apresadas por el bando sublevado al comienzo de la Guerra Civil que fueron fusiladas en un paraje del Aljarafe denominado La Riuela.
En concreto, después de que estos restos óseos fuesen sometidos a las correspondientes pruebas genéticas para identificarlos o no con las personas fusiladas, el resultado de tales pruebas fue "negativo", tras lo cual los huesos más grandes fueron depositados "en nichos" en el cementerio de Palomares, mientras los de menor tamaño fueron depositados "en un columbario", porque dado que los restos estaban "muy deteriorados" la idea era conservarlos debidamente por si en un futuro los avances tecnológicos permitían un análisis de los mismos en mayor profundidad.
El caso es que el citado columbario que albergaba los huesos de menor tamaño inicialmente descartados por las pruebas genéticas habría sido fracturado, con la posterior desaparición de los restos óseos, extremo que según algunos indicios habría acontecido la madrugada del 25 al 26 de agosto.
La alcaldesa de Palomares ha expuesto que el columbario no contaba con lápida y "muy pocas personas del municipio sabían que esos restos estaban allí", por lo que ha manifestado que es difícil considerar si se trata de un acto vandálico "intencionadamente" perpetrado contra la memoria histórica o vandalismo sumado a la "casualidad".