Todo empezó cuando Gálvez eligió Ucrania para realizar un viaje de placer. Allí tenía una amiga que trabajaba como asistente social, que lo llevó a un orfanato que se encontraba cerca de Kiev, quedando "impresionado" por las condiciones en las que vivían algunos niños, de forma que surgió el proyecto 'Coloreando sonrisas'.
"Me pareció que sería interesante llevarles material escolar a estos niños", explicó Gálvez a Europa Press, por lo que comenzó a contactar con asociaciones y con algunos orfanatos de Ucrania. A través de Internet y la red social 'Couchsurfing', puso un anuncio con el que recibió material "de muchos lugares de España, incluso de países como Holanda, Sudamérica y China", además de que sus familiares y amigos también ayudaron.
De este modo, Gálvez consiguió reunir hasta 140 kilogramos de material escolar y 1.500 euros. Pero cuando marchó a Ucrania para ayudar a estos niños, en febrero de 2010, se dio cuenta de que los gastos de envío costaban "casi más caro que el mismo material que enviábamos", por lo que decidió recoger dinero y comprar los artículos una vez llegara a Ucrania.
En este viaje pudo visitar un orfanato que se encontraba al norte de Ucrania "donde descubrí que las condiciones de los niños eran aun mucho peores que las del otro, ya que se encontraba en una zona del país más pobre", afirmó. Explicó que en esta visita se dio cuenta "de que algo tan normal como comer fruta fresca, era un privilegio para ellos".
Gálvez declaró que "la experiencia de poder ayudar a estos niños y verlos felices fue muy buena" y añadió que les "ilusionó muchísimo" ver a los pequeños "tan contentos", por lo que se puso "manos a la obra" para crear una asociación sin ánimo de lucro y poder visitar de nuevo a estos niños.
Así nació 'Orfanatos del Este,', con sede en la barriada malagueña de Churriana. A través de su web 'www.orfanatosdeleste.org', Gálvez trabaja en la captación de socios y de empresas que quieran patrocinar proyectos en orfanatos de Ucrania o en uno de Moldavia. Según dijo, a este último país viajará en los próximos meses para visitar un centro con el que ha contactado.
Otros proyectos
Además, Gálvez pretende desarrollar otro proyecto de ayuda al desarrollo educativo de los niños. "En Moldavia en concreto, la asociación con la que vamos a trabajar tiene la posibilidad de localizarnos a personas de la ciudad que puedan dar clases particulares a estos chicos, incluso de español", manifestó.
Gálvez explicó que la relevancia de este proyecto reside en que cuando estos niños cumplen los 18 años tienen que dejar obligatoriamente el orfanato y "por desgracia, muchos de ellos acaban en la mala vida". "Un alto porcentaje de los chicos acaban mendigando y robando y las chicas caen en la prostitución", precisó.
Por estos motivos, destacó la importancia de ayudar a estos niños huérfanos o abandonados, aunque "también hay algunos con enfermedades cuyos padres se ven en la obligación de dejarlos, porque estos críos implican un gasto que sus padres no pueden afrontar".
