La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de València ha condenado a 18 años y 11 meses de prisión a un hombre que sometió a tocamientos y a otros actos de carácter sexual a sus dos nietas, ambas menores de edad, cuando coincidía con ellas en las diferentes viviendas familiares.
Además, el condenado deberá indemnizar a una de ellas con 30.000 euros y a otra con 60.000 por los daños morales que sufrieron a consecuencia de los hechos, y no podrá comunicarse ni acercarse a menos de 500 metros a una de las víctimas durante diez años y durante veinte años en el caso de la segunda de las niñas.
Según han informado este viernes fuentes del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana, los hechos se produjeron en un municipio del área metropolitana de València y comenzaron en 2014, después de morir la abuela, cuando la nieta mayor tenía 11 años, y terminaron cuando cumplió 14.
La sentencia expone que el abuelo materno aprovechaba los fines de semana, cuando se encontraba en su domicilio solo con la víctima, para someterla a tocamientos en sus partes íntimas, algo que se repitió durante las vacaciones de verano, cuando el hombre compartía habitación de hotel con la menor.
Tras los abusos, el penado advertía a la menor de que si se lo contaba a sus padres estos no la iban a creer, y la niña consentía el comportamiento ante el temor de que el abuelo hiciera lo mismo con su hermana pequeña.
La conducta se repitió entre septiembre y diciembre de 2018 con la hermana menor, que tenía nueve años de cuando el condenado abusó de ella durante los fines de semana que pasaba en su casa, y quien relató los hechos cuando descubrió que estaba sangrando al ir al baño.
Los padres denunciaron los abusos en enero de 2019 y un juzgado acordó como medida cautelar para el entonces investigado la prohibición de acercarse a menos de 500 metros de sus nietas.
Sin embargo, según el relato de hechos probados de la resolución, el condenado se acercó en al menos dos ocasiones durante el mes de febrero del mismo año al colegio de la nieta menor.
La sentencia destaca que el abuelo abusó de su relación de parentesco con las menores y de la cercanía e intimidad que tenía con ellas para cometer los hechos, y refleja que las niñas necesitaron asistencia psicológica para tratar la sintomatología ansiosa y la afectación emocional que sufrieron a consecuencia de los abusos.
El hombre ha sido condenado por dos delitos continuados de abuso sexual a menor, ambos con la agravante de prevalimiento, y un delito de quebrantamiento de medida cautelar.