"El valor de las cosas no está en el tiempo que duran sino en la intensidad con que suceden. Por eso existen momentos inolvidables, cosas inexplicables y personas incomparables". Fernando Pessoa.
De entrada, estimados, dudas al paso: Teniendo en cuenta el panorama actual, ¿es acertado un viaje largo como el vuestro, desde el lejano Oriente, con el consiguiente riesgo de portar nuevas variantes? ¿Tenéis el pasaporte Covid en regla para acceder a domicilios y dejar juguetes a los chicos, chicas y, de paso, chiques? ¿Son obligadas las mascarillas para sus reales y gráciles majestades? ¿Pica mucho con la barba? ¿De aperitivo ante su esperada visita, entre el roscón relleno de crema o nata o la tapita de Payoyo y la copa de amontillado no hay coló, que no? Pese a la tristeza general por los altos índices de contagios y en aras a no dejar que este virus nos paralice del todo, me animo frente al teclado y, presto, procedo a elaborar la lista de peticiones para que amigos, allegados, conocidos y cordiales discrepantes se ilusionen ante envoltorios coloridos acordes, espero, a cada cual. Se haga pues la magia.
Un twister, que de toda la vida se ha llamado el juego de los enredos, para mi querido Ruiz Boix, JC, que así podrá invitar a Moscoso y Javi Pizarro la tarde de los sábados para, entre palomitas y empujones, enredarse juntos entre un completo arco iris de círculos amarillos, rojos y verdes. ¿Chulo eh? A Luis Pizarro -el padre ideólogo, ahora renovador...- el borrador del guión para su correcta supervisión sobre el escándalo de la Faffe, próximamente éxito en Netflix. A Fran González el juego de la Oca porque le encanta tirar cuando le toca y, de compañera de maldades, a Adriana Lastra, que le coge gusto a alimentar a la gente que no conecta para con la cúpula establecida de Ferraz -o sea, Santos-. A José María Román un karaoke con los éxitos completos de Olvido Gara para que, maquillado, cante A quién le importa allí en la Barrosa y a pleno pulmón. A su hermano Rafaé el bíblico Libro 1 de Pedro en formato digital, cómodo para leer en el Ave para cuando hace sus visitas al reino. A Irene García, cómo no, la versión remasterizada de Con la muerte en los talones y una sopa de letras en línea donde adivinar nombres de instituciones tipo congreso, senado, parlamento y/o diputación, más otro twister para enredarse con quien ella vea. A Javier Ruiz Arana la receta de un arranque roteño pasado de ajo para que invite a unos cuantos de su partido y, para después, dos cajas de almax. A Rafa Márquez, un puesto de salida en las próximas listas al parlamento -glub-.
A Espadas, un arco y muchas flechas. Y puntería, la va a necesitar para intentar atinar frente a Moreno Bonilla, a quien le sentaría bien un alzacuellos tipo hermanos de La Salle y un bono para cinco retiros de Emaús -le va a gustar-. En cambio, para Elías Bendodo un muñeco para hacer budú nuevo que el suyo está ya muy roto y agujas y un CD con la entrada triunfal de Los judíos de San Mateo el martes santo con la banda sonando a toda pastilla, le emocionará. A Juan Marín una brújula para que no se pierda entre una cosa y la otra y, qué bonito, un cachorro de dálmata; para la furgoneta tendrá que esperar a la cesantía... A Teresa Rodríguez y a Kichi fuerza y ganas y que ningún incidente coarte la sana expresión corporal de sentirse vivo, sano y, sobre todo, activo.
A López Gil, Nando, una gafas de esas como las de Rappel con las patillas curvadas hacia abajo y una peluca rubia a ver si, así, atina mejor en sus apuestas porque una tras otra sale trasquilado. Ahora no le dejan ni jugar al twister.
A Mamen Sánchez, no sé, tizas de colores para que pinte un tocaté en los aledaños de Consistorio, donde hay buena loza, y compita con Laura y, cómo no, con Paco Camas, que es muy de dar saltitos -igual JC se apunta cuando acabe su partida de enredos-. A mi querido Mora un año sabroso y un bono para tapear en Las banderillas, donde ponen magníficas acedias y langostinos de Jerez que maridan genial con Tío Pepe -catavino al aire por la muerte de Balbino, a quien se le agradece tantas tardes buenas en su casa-. A Beardo, germancito, el barco pirata de playmobil para que entrene abordajes y hunda a los malos; al timón Caraballo y Bello, Garay y Serrano en los cañones y él, sobre el mástil, apuntando espada en alza a Mestre, para quien nada mejor que la colección completa de Kent con vestuario para que le vista y lo contrario y, no me olvido, el muñeco roto de Bendodo con la cara de Saldaña para que se entretenga pinchando -a Antonio, una encuesta que no haya pasado por la cocina entera de MasterChef, ejem-. A Díaz un afeitado decente y Biotherm facial y los éxitos completos de Farruquito, jé.
A Pedro Sánchez, mi nunca bien ponderado, un brebaje que le obligue durante 24 horas a decir solo la verdad, nada más que la verdad -igual explota- y, lo mismo, para Pablo Casado, a quien además un retrato tamaño natural de Díaz Ayuso y un casette de dos horas solo con aplausos con diferente intensidad para que se venga arriba en sus ratos libres -esto también para Pedro, le encantan los aplausos. Qué buen regalo...-. A Santiago Abascal un gorro tipo Napoleón, le pega, y una bandera multicolor tipo LGTBI para que, a solas, se cubra solo con ambas cosas -emoticono de risas variadas-. A Arrimadas, los planos de una casita de campo en la campiña de Jerez para que medite su pronta retirada, donde un huerto para tomateras.
Necesito más regalos, más, muchos más: a Celia, dos botellas de Pétalos del Bierzo para maridarlas con una berza de Jerez; a Marta, olas robustas y vientos que se crucen a la altura adecuada e inunden toda Vela, para quien pido luz y que acierte el destino próximo guiado por la mejor ángel de la guarda -y para ella alas de color elegantes para que planee sobre jardines hermosos-. A mi querido JV un bono retiro fin de semana en Bolonia de los que a él le emocionan tanto... A mi compañero de fatiga del fondo del pasillo que no pierda la emoción de averiguar la sorpresa que nos trae cada día, a veces una historia, otras un vino o un plato, otras una idea nueva, otras... Eso también para aquellos que nos rodean en la intensa misión de sobrevivir. A Víctor, una copa con Jerez color ocre y a Fran, Tradición. Que la depresión desaparezca para quienes entre mis allegados la sufren. Para todos -TODOS- mucha salud y que el próximo año nos amemos o peleemos con elegancia, anteponiendo siempre el hecho de que esto no es más que un asunto transitorio y lo importante no es la meta sino el camino, ese que hacemos a diario y para ello la cita hermosa de Pessoa.
Queridísimos, lo cambiaría todo por un poco más de alegría. Esa que nos falta y cómo se nota cuando falta. Perdón a los que no cité, pero por ellos y sobre todo por usted, querido lector que hasta aquí quiso llegar, brindaré repetidamente este confinado fin de año para que este año nuevo esté lleno de diferentes momentos felices, grandes o pequeños. Y a cara descubierta, que es como uno se ríe de verdad. Por eso, besos para todos a cara descubierta y muy Feliz 2022.
Bomarzo.