Lo que precedió a la “última chicotá” del pregonero hasta anunciar la Semana Mayor sólo él lo sabe. Pero la Soledad de María Santísima le acompañó antes, durante y hasta el final de su pregón, cuyo punto y final se materializó en aquello que ocurre en el instante que dura un beso.
Javier Martínez, LVIII Pregonero de la Semana Santa de Rota 2023, cumplió su cometido esta noche de sábado pronunciando un pregón cautivador, lleno de simbolismo, en un noble clamor a la Semana Mayor que vive su “patria”.
El roteño, hermano de la Hermandad del Santo Entierro, fue capaz de trascender la fe del roteño o roteña que siente su Semana Santa reviviendo a través de un viaje entre experiencias personales, momentos clave en esta celebración con las que todo cofrade roteño puede sentirse identificado y escenas evangelizadoras de la vida de Jesús.
El pregonero fue presentado por la periodista Eva Cobos y acompañado musicalmente por marchas de la mano de la Banda Municipal Maestro Enrique Galán en el auditorio municipal Felipe Benítez que completó el aforo en su mayoría con la presencia de representantes de las distintas Hermandades y Cofradías de nuestra localidad y el Consejo Local de Hermandades y Cofradías, así como por cofrades roteños, parte del equipo de gobierno, miembros de la Corporación Municipal, así como amigos y familia del pregonero.
El simbolismo no solo reinó en el transcurso del pregón sino también sobre el escenario. Un sudario caía sobrevolando un altar en el que aparecían representados distintos símbolos como el cirio encendido, una calavera, rosas rojas o distintos pergaminos, mapas o fotografías ante los escudos de la Villa de Rota y el Consejo Local de Hermandades y Cofradías. A la derecha de este conjunto, escuchando con atención presidiendo el acto el presidente local del Consejo de Hermandades y Cofradías, José Manuel Sánchez; el párroco de la Iglesia de la O, José Arjona; el alcalde, Javier Ruiz y la presentadora del pregonero, Eva Cobos.
Martínez fue presentado como el viajero, el peregrino, el caminante “vikingo de la calle Prim” por su presentadora, que lanzó una advertencia al auditorio, para evitar expectativas porque, a pesar de la juventud del pregonero, avecinó que su experiencia marcaría un antes y un después en la crónica cofrade roteña ya que, el de Martínez, dijo, sería un pregón para “buscar más allá”que invitaría a la reflexión porque su “personalidad y compromiso” era una oportunidad para “reconciliarnos y para entender que otra mirada es posible”. Esta agradeció al pregonero haberla elegido para presentarlo a él y a un pregón:
“Grande en concepto y forma que marcará un antes y un después. Javi es un hombre de su tiempo y su pregón reflejará el espíritu de un cofrade de este siglo”.
La palabra evangelizadora y la vivencia a través de la Semana Santa de Rota fueron las dos líneas a través de las que Javier Martínez, regaló un viaje entre “el día primero” en la creación del mundo por Dios según el Antiguo Testamento hasta la concepción de Jesús en María la Virgen por el Espíritu Santo pasando por el fin de los tiempos, la muerte o, el “hastío” del “abandono a Dios”, cruzando Jerusalén o Italia con destino Rota, como su “patria”. Y fue esa patria, “todo lo dichoso, lo luminoso” eje vertebrador de un pregón personal, introspectivo, en el que su trayectoria fuera de la localidad ha marcado el pregón y también el desarrollo de este joven cofrade que, a pesar de la distancia, su fe se consuma en la Semana Santa de Rota. La patria que, reflexionaba, no es otra más que “el amor de una madre", a la que rezar, a la que volver "al origen para tomar impmulso":
“Seguiré llevando a mi tierra cual estandarte en el relicario que reside en mi pecho porque tengo las manos vacías y los pies descalzos pero el corazón desbordado de amor por la luz que nos brinda la bahía porque Dios no me pudo hacer más generoso por ser hijo del paraíso en la tierra. Ese edén de piedra ostionera que ahora abre las puertas del cielo para que entre el rey de la gloria. Aquí tenéis el anuncio para que la plata reluzca, el clavel impere y el incienso se haga dueño de cada rincón que decir Rota. Aquí tenéis mi herencia y mi testamento, lo único que poseo en el mundo, el regreso de un roteño a su patria para cantar alabanzas al amor de los amores, volviendo al origen para tomar impulso”.
La Virgen de la Soledad, la Virgen de los Dolores o Nuestro Padre Jesús Nazareno, fueron algunas de las imágenes que evocó en su discurso Martínez, ahondando e invitando a la reflexión del auditorio en mantener viva la fe, así sea en forma de cruz, porque “encontrándola nunca más os faltará la vida” así como la creencia en Dios más allá de la imagen y las paredes del templo: “Dios está en la fuerza del hombre que lo carga, en los piropos del pueblo,...”. Una leve brisa que estará hasta el final de los tiempos venideros.
La Banda Maestro Enrique Galán, que acompañó musicalmente al pregonero con sus marchas como "Amargura" y "Soleá, dame la mano" de Manuel Font de Anta," y "Virgen del Valle" de Vicente Gómez Zarzuela, concluyendo con la interpretación del himno de Andalucía y el de España previo a las múltiples felicitaciones a Martínez. Un intenso aplauso reconoció la labor del pregonero que hizo incorporarse a toda la bancada tras su discurso.
