El comienzo del principio y el final del final, en ese periodo, lo que enseñamos y lo que ocultamos transcurren todos los éxitos y fracasos de nuestras historias, entre el blanco y negro y las policromías, con el viento a favor que nos impulsa o la tormenta en contra que nos impide avanzar.
Vamos explorando y conectando con esa realidad en la que nos desenvolvemos y cargamos y recargamos nuestras energías e ideas, en busca de un ritmo que va cambiando nuestros pasos y nos invita a equilibrarnos y reequilibrarnos, entre lo público y lo privado.
De la nostalgia de lo antiguo a lo sorprendente de lo novedoso, nos damos cuenta que lo que hace algunas décadas considerábamos el futuro, ya está aquí y en un viaje de ida y vuelta nos movemos entre el éxito de utópico y la controversia de lo distópico.
Tenemos muchas maneras de mirar lo pasado y hacerlo creativamente , pero nunca corresponderá a la realidad, de ahí que cada cual cuente la historia según le va y lo hacemos celebrando lo nuestro y en ocasiones ignorando lo de los demás , y sin tener en cuenta que el talento, la creatividad y la innovación son en muchas ocasiones frutos del intercambio.
Si contamos todo no dejamos espacio a la imaginación de quienes nos escuchan y nos leen, pero si despertamos la curiosidad nos encontraremos con mundos distintos repletos de apasionantes historias que no conocíamos., y lo podemos hacer de múltiples formas, caminando , conociendo a través de la lectura o pensando sobre lo vemos y sentimos.
Entre la tradición y la vanguardia, la era oralista y la agitación tecnológica, lo avanzado y lo irreversible, la continuidad y la ruptura, la estabilidad y la incertidumbre , , el movimiento y la parálisis., los nombramientos y las dimisiones.
De lo nuevo a lo viejo y viceversa , vivimos todo tipo de personajes, auténticos y ficticios , ganando en ocasiones y perdiendo en otras, instalados en la rutina o disfrutar de los tesoros de cada día . Abrirnos al mundo o encapsularnos en nosotros mismos.
También nos damos cuenta que con el paso del tiempo hay cosas que nos producen beneficios y otras que nos provocan perjuicios, incluso lo de aquellos que hablamos y ya ha dejado de existir, y otras que jamás las vivimos pero la recreamos como si fueran vivencias que solo hemos imaginado.
Dedicamos demasiado tiempo a cuestiones que son secundarias y muy poco a lo que son fundamentales., y a veces montamos demasiado ruido y otras no sabemos mantener un necesario y estruendoso silencio y discreción, y entre sentirnos llenos de ideas e iniciativas o vacíos de contenidos, caminamos de lo viejo a lo nuevo.
Podemos no ver los problemas que tenemos delante de nuestros ojos o enfrentarnos a peligros o crisis que en realidad no existen , picotearemos en muchos sitios y tendremos la tentación de eternizar lo pasajero o de querer pasar con rapidez aquello que precisa una mayor reflexión.
A veces nos dejaremos influir por quienes nos rodean y otras nos mantendremos firmes en nuestros criterios, sin olvidar que nuestros grandes aliados serán la discreción y el silencio , esforzándonos en buscar la concordia y la armonía , sin dejar que otros nos quiten lo que es nuestro delante de nuestras narices.
Cuando no hay más remedio hemos de dar un puñetazo sobre la mesa y exigir nuestros derechos con firmeza .