Se acaban de cumplir los cien primeros días desde la entrada del equipo PP-Ai-Pro en el Gobierno de Arcos. Es por tanto la justificación perfecta para analizar con el máximo responsable del Ayuntamiento de la ciudad el trabajo que ha realizado el nuevo ejecutivo, el cual ha venido marcado por algunos nuevos proyectos e iniciativas, pero también por el lastre que supone una complicada situación económica y el cumplimiento de algunas promesas electorales y demandas que exige la población.
Alcalde, acaba de vivir en primera persona los efectos de una virulenta borrasca como no se recordaba. Ha sido su primer sobresalto con un suceso que lógicamente trasciende el trabajo municipal. ¿Cómo ha vivido esta situación desde dentro?
–La previsión meteorológica ya lo advertía, pero no esperábamos el efecto tan devastador que ha tenido. Agradezco el trabajo nuevamente de las fuerzas y vecinos. Seguimos trabajando a día de hoy. Lo hemos afrontado con tranquilidad pero atendiendo a lo prioritario. Ha habido consecuencias en las infraestructuras y en los numerosos árboles derrumbados, pero resalto que por cada árbol caído sembraremos diez. Tenemos la suerte de contar con excelentes operarios y con la UTE Althenia-FCC que se ha implicado mucho.
Cien días de gobierno. ¿Se ha encontrado y se está encontrando con lo que esperaba o diría que se ha llevado alguna sorpresa?
–Un amigo me dijo que a la política había que llegar llorado. Había que remangarse y lo hemos hecho. He sido monaguillo antes de fraile, es decir, que conocía el funcionamiento de las administraciones. Había cosas que estaban bien y otras que no estaban tan bien. Me he encontrado algunas sorpresas pero tenemos que bregar y lanzar un mensaje positivo.
Desde la campaña electoral que le aupó al Gobierno de Arcos, su partido y usted mismo vienen defiendo la necesidad de poner “Arcos en marcha”. ¿Eso es más que una frase hecha? ¿Dónde y cómo había que poner la ciudad en marcha?
–Lo de Arcos en marcha no es más que un resumen de todo lo que nos han demandado los vecinos. En pocos meses la tendencia ha cambiado y la gente ya lo percibe. Es cierto que todas las horas y esfuerzos están dando sus frutos en el día a día. Hay muchas cosas que mejorar pero Arcos tiene otro color. Había que dar un impulso a la ciudad y las cosas están funcionando. Eso es lo que me dice la gente en la calle. Antes se hacían las cosas de una manera y ahora de otra, el pueblo es soberano y es el que te da el tirón de orejas o te aplaude. Del carro no se tira solo, sino con los trabajadores y el trabajo conjunto de las distintas delegaciones.
La elaboración del Presupuesto General para 2024 y del Plan General de Ordenación Urbana son retos ya sobre la mesa. ¿Qué nos puede avanzar?
–El funcionamiento de un ayuntamiento pasa por herramientas tan importantes como el Presupuesto y el PGOU. El segundo ayuda a la expansión, al asentamiento de empresas, etc. Respecto al Presupuesto, si continuamos con el anterior aprobado por el PSOE no podríamos haber llegado a finales de año. Nos encontramos que no teníamos garantizado el pago, por ejemplo, a la planta de Las Calandrias. En dos meses apenas hemos aprobado un presupuesto; el anterior equipo de Gobierno aprobó uno en ocho años. Este nuevo Presupuesto da cobertura a servicios esenciales. Por citar un ejemplo, no teníamos recursos para terminar la obra del primer patio del cementerio. Pero tampoco teníamos los 800.000 euros para poder firmar el convenio de La verbena con la Junta para, que pondría 1,5 millones de euros. Todo el dinero se destinó a la piscina cubierta. Yo estoy de acuerdo con esta infraestructura pero había cosas más perentorias, como por ejemplo esa obra del cementerio. En cuanto al PGOU, teníamos el documento más antiguo de la provincia. Vamos a externalizar el servicio, es decir, se lo encargaremos a una empresa para que acabe el documento en colaboración con los técnicos del Ayuntamiento. La idea es fijar el crecimiento económico y poblacional de Arcos.
¿Cómo valora por el momento el pacto de gobierno con sus socios de Ai-Pro? ¿Está resultando ecuánime en cuanto a las competencias y responsabilidades municipales?
–Soy persona diplomática y de diálogo por encima del enfrentamiento. Las relaciones entre ambos van bien, nos reunimos periódicamente y nos coordinamos. Cada partido no tiene que sacar la cabeza más que otro, sino trabajar por todos los ciudadanos. Vamos a cumplir a rajatabla esa premisa de trabajar por todo Arcos como nuestro primer objetivo. El pacto goza de buena salud.
Lo primero que parece haber cambiado en apenas cien días es la visión del equipo de Gobierno sobre el rico patrimonio de la ciudad. ¿Era un aspecto descuidado pese a su importancia? ¿Cuál diría va a ser la impronta del ejecutivo respecto a la salvaguarda del patrimonio?
–Ya lo dije en campaña. Tenemos que defender nuestra identidad, y sin identidad no tenemos patrimonio. En definitiva, vivir en Arcos es una suerte porque hemos heredado un patrimonio extraordinario. Estamos muy preocupados con ello, y tenemos ya el compromiso de crear la Comisión municipal de Patrimonio para la que ya tenemos un grupo multidisciplinar y voluntario, con vecinos que ya trabajan para salvaguardar el patrimonio. Sólo hay que oficializarlo. En breve anunciaremos, por ejemplo, las medidas para que la plaza del Cabildo vuelva a ser lo que siempre fue. Arcos no debe perder nunca su identidad.
También la actividad cultural y ociosa parece haber dado un paso adelante con la incorporación de nuevas actividades. ¿Cómo valora en este sentido la vida social de la ciudad?
–Me quedo con el mensaje de una vecina mayor del casco antiguo que me dio las gracias por sacarnos a la calle. Cultura está haciendo actividades innovadoras como, por ejemplo, la Noche de las Velas. Nuestro patrimonio y encanto, el embrujo de las calles... dieron un sentido especial a la Noche de las Velas que, por cierto, fue el día de más calor del año. Fue un éxito y seguiremos mejorando. Gracias de nuevo a todo el pueblo y a las hermandades que se volcaron. Fue un éxito de todo el pueblo. También fue un éxito rotundo la Noche en Blanco que consistió en poner en valor nuestra ciudad. Había gente que no conocía algunas iglesias, capillas y otras partes del patrimonio. Abrimos las puertas que estaban cerradas.
Esta actividad viene teniendo un importante impacto sobre el turismo a tenor de las cifras de ocupación hotelera que viene registrando el municipio. ¿A qué aspira ya Arcos tras su consolidación como municipio claramente turístico?
–Tenemos el mejor pueblo del mundo. No me equivoco. Tenemos muchas posibilidades pero tenemos que trabajar duro para que todo funcione. Tenemos que sacar a la luz nuestra historia, por ejemplo, con el encuentro de ciudades ducales de este fin de semana. Tenemos que sacar pecho por nuestro pueblo. El turismo es una industria fundamental que tenemos que cuidar, pero también que convivir con nuestro entorno. No queremos un turismo de masa, a lo grande, sino un turismo más sostenible que conviva con el patrimonio y la población. Un turismo que disfrute de la gastronomía, de los monumentos... pero, insisto, que conviva con la población. El modelo turístico es el adecuado.
Arcos tiene, sin duda, retos importantes que cumplir y a los que de momento no se ha podido hacer frente: las obras para la reurbanización de La Verbena o la culminación del proyecto ‘Arcos, ciudad amable’. ¿Qué va a ocurrir con estas dos grandes inquietudes de la ciudad?
–A los vecinos no se les consultó. Ahí empezó el problema con el ‘Ciudad amable’. Entiendo que los coches no tienen que estar en la plaza del Cabildo, pero se tendría que haber encontrado antes una solución al aparcamiento. La empresa adjudicataria solicita 230.000 euros para seguir la obra. No puede ser porque la obra está dotada de fondos europeos que están cerrados como expone en pliego de condiciones. Le pedimos a la Junta que nos solucione el problema porque es un problema de los vecinos de Arcos. Hablo semanalmente con la Junta para este problema. Estoy convencido de que la Junta nos ayudará, al menos con una obra de emergencia para consolidar el balcón mirador y la propia plaza. Algo tan identitario no se puede deshacer de un día para otro. Aquí no hay conjura alguna, sino una empresa que no sigue la obra y un equipo de Gobierno que quiere una plaza a la altura de lo que nos demandan los vecinos. La empresa tiene en sus manos terminar la obra, pero no es capaz. Ese no es el problema de la vecindad. No es cuestión ya de dinero, sino de dignidad. Los vecinos, los hosteleros todas las personas que vivimos en Arcos somos quienes sufrimos la situación. En cuanto a La Verbena, cada vez que se manifiestan los vecinos me siento representado. Son muchos años pidiendo vivir en un lugar digno. Lo primero que hicimos fue algo tan elemental como limpiar la barriada, que estaba sucia, llena de hojas, con arboleda que había crecido en medio de las calles... Ya se ha invertido muchísimo dinero en la consolidación de los terrenos, recuerdo la inversión del Gobierno del PP y del ministro Íñigo de la Serna. Había ahora un convenio por firmar con la Junta que obligaba al Ayuntamiento a poner 800.000 euros, pero el anterior equipo de Gobierno decidió poner dinero para la piscina cubierta y descuidar su parte en el convenio con la Junta. La obra de Diputación con Tragsa está en marcha. Ahora queda la parte de la Junta que pondrá 1,5 millones de euros, pero, insisto, el Ayuntamiento tenía que poner 800.000 euros que no estaban en caja.
Usted se viene quejando de que la oposición, fundamentalmente el PSOE, no le ha concedido esos tradicionales cien días de cortesía. ¿Qué papel considera que está jugando la oposición en este todavía recién estrenado mandato municipal? ¿Qué piensa de ella?
–A mí no me han concedido los cien días de cortesía, pero no me hace falta. Tengo mi conciencia tranquila y dentro de tres años los vecinos nos dirán si lo hemos hecho bien o no. Pero estamos recibiendo un trato desleal, maneras feas... que creo no nos merecemos. Seguimos con las mismas faltas de respeto. No hay más que escuchar al PSOE en los plenos y en las ruedas de prensa. Dije que a la política hay que llegar ya llorado y en este sentido tengo la conciencia tranquila. Que cada uno haga lo que le dicte su conciencia.
¿Cómo valora también la relación con las administraciones cuya cooperación con el municipio es esencial, desde la Junta hasta al Estado pasando por la Diputación de Cádiz? ¿Está perdiendo realmente el municipio fondos provinciales como se viene denunciando?
–Mis compañeros de la Junta y Diputación trabajan también por Arcos. No buscamos la foto como se nos dice, hay que trabajar, sobre todo en un municipio de recursos limitados. Ahí están la Junta y Diputación, no así el Estado. Echamos de falta más ayuda del gobierno central. Cuando fui delegado territorial de la Junta hice buenas amistades con personas del PSOE, IU y de todos los partidos. Abogo por la lealtad institucional y eso es lo que tenemos que recuperar. Tenemos que cambiar el chip con la política y entregarnos totalmente a nuestros ciudadanos por encima de las siglas políticas. Respecto a los fondos provinciales, estamos pendientes de un reparto, así que las críticas no tienen sentido.
El Gobierno de la Mancomunidad queda en manos como ya conoce la opinión pública de PSOE e IU. ¿Qué piensa de que el municipio con mayor peso de la comarca en todos los sentidos esté apeado del Gobierno comarcal?
–Arcos pesa aunque no esté en el gobierno comarcal. Arcos es la puerta de la Sierra, el municipio más grande. Estos años haré valer esa condición en la Mancomunidad. Entendemos que tiene que existir la solidaridad entre municipios y por eso aportamos desde el Ayuntamiento. Seguiremos apoyando a la Sierra para que tenga sus servicios, pero estaremos vigilantes a los servicios prestados en Arcos. Apostamos por la solidaridad territorial.
La sanidad pública, en el alero. ¿Cómo valora ahora todo lo ocurrido con la pediatría?
–El PSOE metió el dedo en la llaga con un tema muy delicado. No nos preguntaron. La falta de pediatras no es un problema de Arcos, sino general. Tenemos tres en el Barrio Bajo y otro en El Pósito, personas que tienen que tomar lógicamente sus vacaciones. El SAS entendió que lo mejor era centralizar el servicio, pero me fui corriendo a la Junta y se corrigió el problema para que El Pósito mantuviera el servicio pediátrico.
Acaba de vivir su primera Feria de San Miguel como alcalde, y ahora viene Navidad. ¿Qué espera de este periodo que ya viene precedido esta misma semana por la presentación de los Reyes. Lo pregunto por la cercanía de un acontecimiento clave como es el Belén Viviente. ¿Qué expectativas maneja?
–Por supuesto que habrá Belén Viviente, y será magnífico. Es la recreación histórica más antigua de Andalucía. No tenemos la plaza del Cabildo pero habrá un belén muy digno. Espero que las fiestas navideñas se desarrollen con normalidad, alegría y armonía. Estoy convencido de ello.