Créanme vale la pena aprender y saber más, y hacerlo en equipo es mucho más rico porque conectamos con otras gentes que puede enseñarnos cosas nuevas y tiene experiencias que nosotros no tenemos. Hoy día , gracias a las nuevas tecnologías y a ese medio tan prodigioso que es internet podemos saber que dicen y hacen los demás ciudadanos y ciudadanas de este Planeta en cualquier espacio y tiempo.
Podemos y debemos avanzar y profundizar en los cambios que nos propongamos, incluido el desaprender lo que nos enseña nuestra propia experiencia cuando resulta perjudicial ,y hace que tengamos con los demás una convivencia imposible , en la que estamos más pendientes de la letra pequeña y los pies de página que de la verdadero contenido del contrato.
Lo habitual es que si confiamos en alguien , no basemos nuestra relación en la mentira , nos perdamos en los detalles sin importancia y nos olvidemos de las cosas importantes, o nos enfademos por aquellos “vivales” que pretenden apuntarse y colocarse medallas sobre todo el trabajo que realizan los demás.
Siempre es mejor intentar dialogar , aunque no lleguemos a un acuerdo que acerque nuestras posiciones que enfrentarse ante la más mínima contrariedad, esto solo nos traerá bloqueo, crispación y odio, mientras que fomentar la comunicación pondrá prueba nuestro esfuerzo en positivo y nos conoceremos mejor.
No debemos olvidar que en cualquiera de las circunstancias que vivimos, vale la pena conocer las causas , plantear los objetivos y analizar las consecuencias, de nuestras conductas y no actuar como si nada ocurriera.. Dedicarnos a hacernos reproches sobre lo que hemos hecho o lo que pudimos hacer pero no hicimos , es un ejercicio inútil.
Vale la pena inyectarnos optimismo y animarnos, pero lo que puede ser contraproducente es plantear unas expectativas que estamos seguros no se van a cumplir . En las diferentes situaciones de vida , tenemos a gente comprometidas y dispuestas a resolver los problemas que se les presenten y a los doctores del enredo, que todo lo que tocan lo empeoran.
Todas las razones que esgrimen los protagonistas de cada momento pueden ser validas, siempre que no perdamos de vista que los escenarios cambian y que queremos hacer . Si nos dedicamos a observar la realidad, en muchas ocasiones como diría ese gran filósofo alemán que era Feuerbach; antropólogo y crítico de la religión ; da toda la impresión que preferimos las copias a los originales , y así surgen redes de expertos de la nada que se dedican a pontificar desde sus falsas cátedras o intentan en el atrevimiento de su osada ignorancia a criticar sobre todo aquello que desconocen. Son el peor sentido de la palabra, falsarios.
De todas formas en este camino de decencias y decepciones que es la vida , y en la que vale la pena exprimir cada momento, sabiendo que muchas son las situaciones en que las cosas no son lo que parecen , ni la gente como realmente creemos, ni los mejores los que más fama tienen.
En ocasiones la diferencia es tan abismal como los actores en la vida real y los personajes que interpretan en el escenario , como lo que realmente nos gusta y lo que decimos que nos vuelve locos o tan paradójicos como sentirnos cómodos y satisfechos en la austeridad y molestos e irritables en la opulencia.
Una imagen vale más que mil palabras aunque en ocasiones un solo vocablo puede retratar cientos de paisajes, porque como afirmaba ese marinero en tierra que era Alberti abren las puertas al mar .¡Vale la pena¡
