La empresa pública Ecorreciclajes, responsable del servicio de recogida de residuos sólidos urbanos en Arcos, tiene sus días contados. La deuda que mantiene esta sociedad limitada con Hacienda y la Seguridad Social, cifrada en unos dos millones de euros, provoca que la empresa esté intervenida por parte del Estado.
Como primera consecuencia, los trabajadores de la plantilla no han cobrado aún la nómina del mes de octubre y, lo que es peor, el Ayuntamiento no puede por ley transferir ingreso alguno, ya que el dinero en cuestión quedaría retenido por el organismo estatal para ir rebajando la voluminosa deuda. No obstante, y según explica el alcalde del municipio, el popular José Luis Núñez, su delegado municipal de Hacienda y Personal, Carlos de la Barrera, continua gestinando el pago de esta deuda.
Sin embargo, Núñez entiende que el Ayuntamiento está obligado a apostar por otro modelo de gestión que dé mejores resultados que el practicado hasta el momento.
Asimismo, aclara que es la Agencia Tributaria la que prohíbe al Ayuntamiento hacer algún pago a la empresa Ecorreciclajes, porque de lo contrario estaría violando la ley. Sobre la posible disolución de la empresa, el alcalde considera que los trabajadores son “los primeros interesados” de cara a garantizar sus puestos de trabajo y cobrar la nómina con normalidad. En este sentido, también añade que, “dentro de sus dificultades, el Ayuntamiento de Arcos va pagando a sus trabajadores”, aunque admite que recientemente se ha producido algún retraso.
Igualmente, Núñez agradece la comprensión que están mostrando los trabajadores de Ecorreciclajes en este proceso, pero también hace hincapié en que la deuda de la empresa es una consencuencia más de la herencia económica recibida del anterior gobierno municipal en manos del PSOE.
Por último, el alcalde manifiesta que todo este asunto se está tratando escrupulosamente con los representantes legales de los trabajadores.
