Como estaba previsto, a las seis de la tarde el pueblo de Rota se agolpaba frente a las puertas de la capilla de San Roque. Trajes de domingo, ganas de oler el incienso y un rumor de alegría envolvían a la Hermandad de la Veracruz, que de forma puntual abría puertas para permitir la salida a su cruiz de guía y a sus penitentes, que portaban las palmas que en su día dicen recibieron a Jesús a su entrada en Jerusalén.
El cortejo de Nuestro Padre Jesús de la Paz, eminentemente joven y formado por unos 180 nazarenos, lució con orgullo sus antifaces colorados y sus túnicas blancas, dejó imágenes tiernas en la retina de los presentes gracias a la gran presencia de pequeños que sin duda se iniciaban ayer en el mundo cofrade roteño participando de esta salida procesional tan querida por el pueblo.
La Hermandad que preside Juan García Gasca sacó a la calle gracias a la pericia de una cuadrilla experimentada y entregada, bajo los mandos de Manuel Jesús Pizones, a la Borriquita, obra del imaginero roteño Miguel Ángel Caballero. Cuando asomaba el señor a las puertas de la capilla, rompió a tocar la campana recientemente restaurada y recolocada de San Roque, despertando los aplausos de los cientos de personas que quisieron recibir a Jesús de la Paz en la calle.
Así iniciaba camino la Hermandad por las calles de la Villa, acompañada por la Agrupación Musical 'Santa Águeda' de Villalba del Alcor, Huelva. Los que salieron a disfrutar de esta salida que abre la Semana Santa roteña, pudieron observar la nueva palmera que acompañaba a Jesús este año en el paso, y sin duda los vecinos que desde los balcones asomados vieron pasar a la hermandad pudieron ver mejor que nadie el nuevo suelo del paso, que representaba una calzada romana, así como el sencillo exorno floral, ya que este año los fondos destinados a estos adornos se han guardado para la bolsa de caridad de la Hermandad.
También por tercer año consecutivo, miembros de la asociación de la Policía Nacional de Rota 'Santo Ángel Custodio' escoltaron al paso durante su discurrir por las calles de la Villa, hasta que regresó a su templo ya de noche ofreciendo a Rota una entrada ejemplar en su Semana Mayor.
