En la tarde de ayer la Residencia de Ancianos Valle del Genal de Faraján acogió un encuentro intergeneracional en el que participaron los usuarios del centro y los niños y jóvenes de la ludoteca de Alpandeire, así como también algunos pequeños de Faraján.
Según indicó la dinamizadora juvenil Laura Márquez, el primer encuentro intergeneracional se enmarca en un proyecto más amplio que ha sido denominado “Tiempo de mimos”, a través del que se persigue el propósito de que niños, jóvenes y ancianos establezcan lazos emocionales entre sí, se interrelacionen y participen periódicamente en diferentes actividades e iniciativas de manera conjunta.
Ayer se desarrolló la primera actividad de “Tiempo de mimos”, que comenzó con una merienda colectiva para después llevar a cabo un entretenido taller de pintura y decoración de macetas que realizaron todos juntos y ayudándose unos a otros, por lo que la implicación de los participantes fue excelente. Estas macetas serán colocadas próximamente en las calles de Alpandeire.
Cabe recordar en este punto que esta es una actividad más de las que se llevan a cabo a lo largo del año en la Residencia de Ancianos Valle del Genal de Faraján ya que, además de la celebración de fechas señaladas, el centro tiene una apretada agenda de iniciativas y talleres que gozan de una gran aceptación entre los usuarios, entre los que destacan algunos realizados últimamente como excusiones, el taller de cocina, de musicoterapia, de aromaterapia, de recuerdos del pasado, de papiroflexia o la terapia canina.
Por su parte, la ludoteca de Alpandeire, que abrió sus puertas hace tres meses, organiza de la mano de Laura Márquez un sinfín de actividades de temática muy variada, aunque siempre con un marcado carácter lúdico y educativo. Además, en muchas ocasiones las actividades están relacionadas con la conmemoración de días internacionales y es muy habitual que se realicen, al igual que en la jornada de ayer, fuera de sus instalaciones.
En definitiva, el encuentro intergeneracional celebrado en la tarde de ayer da muestra del esfuerzo que realizan los habitantes de los pequeños municipios para que vecinos de todas las edades interactúen entre sí, lo que significa una fuente de aprendizaje casi inagotable para los pequeños y un soplo de aire fresco y alegría para los ancianos, que se mostraron muy contentos por la visita recibida.
