Si hay un equipamiento público objeto de continuas agresiones por parte del vandalismo es el observatorio de aves ubicado en la cola del embalse de Arcos. Una de las dos casetas de madera ha sido literalmente destrozada, con pintadas en su fachada, tablones arrancados y suciedad acumulada a su alrededor e interior también, pues alguna o varias personas han roto la ventana de observación e introducido dentro del observatorio un colchón, una mesa y una silla, como su hubieran pretendido convertir este espacio en un salón particular. Eso sí, con vistas idílicas del embalse y su rico entorno ecológico donde anidan decenas de valiosas especies avícolas. Este nuevo episodio de vandalismo se une a la rotura en reiteradas ocasiones de la valla ornamental de madera que delimita los observatorios del talud contiguo como medida de protección y estética.
Desde AMA Natura-Ecologistas en Acción no dan crédito a esta serie de destrozos, como todos, sin sentido alguno, salvo el de estropear claramente un equipamiento que se diseñó exclusivamente para la observación de aves, aunque su entorno también se convirtiera, como motivo añadido para su extremo cuidado, en el llamado Bosque de las Mujeres, donde se sembró un árbol por cada mujer asesinada el año en que fue inaugurado. En suma, un cúmulo de despropósitos que está convirtiendo este referente de belleza en la barriada El Santiscal en un lugar a merced del vandalismo y que ya ofrece un aspecto de total abandono y degradación. La asociación reclama más vigilancia en el lugar y que se sancione este tipo de daños al medio ambiente y al patrimonio público. Para ello proponen que estos observatorios vuelvan a tener un uso continuo, como se ha hecho en otras ocasiones, para que sean visitados por grupos de escolares para conocer la rica avifauna de la cola del embalse y por grupos de ornitólogos cuya presencia actúe de forma disuasoria contra el vandalismo.