El Martes Santo arcense volvió a escribirse con lluvia, la que impidió ver en todo su esplendor la procesión de la hermandad de San Antonio. Sin embargo, la cofradía apuró para aprovechar la mínima tregua que los cielos dieron a las seis de la tarde para, al menos, sacar por el pórtico de la parroquia de San Francisco la imagen de su santo titular, que pudo recorrer un pequeño trecho antes de dar la vuelta a toda prisa provisto de un plástico para que la talla no sufriera daño. Mientras tanto, los pasos del Señor Atado a la Columna y María Santísima de la Paz no pudieron más que aguardar en el interior del templo a una ocasión que no llegaría.
La estampa se vivió con sobrecogimiento fuera y dentro de la parroquia, con numerosas personas agolpadas en torno al atrio que acudieron con paraguas en mano, y los nazarenos en el interior de la iglesia visiblemente consternados con la suspensión de su estación de penitencia. Era previsible y así se confirmó.
Como suele ser habitual en estos casos, el acto en hermandad se llevó a cabo dentro de la parroquia con los clásicos rezos ante los sagrados titulares.
Por la mañana la Corporación recibió la visita del equipo de Gobierno dirigida por el alcalde Miguel Rodríguez para realizar una ofrenda floral a los titulares, detalle que la Corporación municipal viene haciendo con la totalidad de hermandades. También fueron muchos los hermanos que ya no visten el hábito por edad y feligreses en general que a lo largo de la jornada quisieron ver las imágenes. Otro momento clave de la mañana fue el encendido del cirio votivo, un gesto simbólico que la hermandad dedicó este año a la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzheimer (Afa) Arcos, mostrando así su solidaridad con estas personas.
La Corporación dirigida por el hermano mayor Paco Moreno lo había dejado todo listo hasta el último detalle, anunciando la participación en el cortejo de hasta 348 personas, destacando sus 106 costaleros para cargar los tres pasos y los 34 hermanos de promesa. La hermandad ha mostrado su orgullo por tal participación, lo cual pone de relieve que es una cofradía en alza.
La población, eso sí, pudo ver por primera vez en la calle a la imagen de San Antonio tras su proceso de restauración realizado en Sevilla, lo cual aporta gran tranquilidad a la hermandad de cara a la salvaguarda de su querido titular. Su pequeño paso mostró un exorno floral a base de rosas, calas y alhelíes blancos y un helecho muy primaveral.
El bello palio de la Virgen de la Paz fue decorado con rosas blancas, rosas violetas, orquídeas y claveles blancos, hypericum rosa, helechos y lentisco plateado. El paso de Nuestro Señor mostró rosas y orquídeas rojas, claveles sangre de toro, flor de cera lila, cardos, lentisco y eucalipto. Bonitos adornos florales, en suma, para alfombrar el paso de las imágenes.
Mención especial para casi la veintena de ‘armaos’ que tanto caracterizan a la hermandad del Martes Santo y que, salvo sus avances previos, no pudieron lucir su maestría como les hubiera gustado.
En fin, otro año será. Mientras tanto queda el consuelo del trabajo hecho. Y por delante 365 días para renovar ilusiones.
