Esta semana ha trascendido la controvertida tala de dos decenas de árboles en el recinto ferial de la vecina localidad serrana de El Bosque para reformar este espacio de eventos. “La Feria de El Bosque se celebra en junio con todo el calor. Los gobernantes del pueblo habrán pensado que es mejor celebrarla sin sombra”, señala con preocupación la Asociación Amigos del Bosque y, posteriormente, AMA Natura-EA.
La mayoría de los árboles, fresnos y almeces, que se han talado estaban en el perímetro del recinto ferial, por lo que el colectivo conservacionista asegura no alcanzar a comprender cómo molestaban tanto, y se cuestiona si tan necesario era eliminarlos y si no se podía buscar alguna solución para salvarlos y que vecinos, vecinas y visitantes de El Bosque puedan disfrutar de unos grados menos durante las fiestas.
Ahora se han instalado bancos en esta zona que después de la tala se ha quedado desértica. “Otros árboles se cortan, parece ser, porque son incompatibles con una papelera y una señal de paso de peatones. Ahora la mitad del recinto ferial, que tiene el tamaño de un campo de fútbol, está deforestado”, lamentan desde Amigos del Bosque.
Los árboles llevaban ya más de diez años plantados, desde 2012, provenientes del vivero de Diputación, por lo que ya incluso tenían un buen porte cuando se llevó a cabo esta plantación.
“Parecía una buena idea arbolar un recinto ferial que se iba a utilizar en junio. Posteriormente accede al Gobierno del Ayuntamiento la antigua alcaldesa, Pilar García, y gesta el proyecto de reforma del recinto ferial y la eliminación de estos árboles. Ella misma tala y tritura algunos árboles. En la actual legislatura se ha continuado con el proyecto y eliminado el resto”.
Desde la asociación piensan que son totalmente desastrosas tanto la idea del proyecto de deforestación como la ejecución del mismo por dos gobiernos distintos. “Ni siquiera le pedimos a nuestros gobiernos municipales que gasten nuestro dinero en restaurar nuestro medio ambiente, sino que no lo malgasten en destruirlo. También nos parece que no vale poner como excusa que se plantarán otros por los que se han arrancado, porque pasarán más de diez años hasta que los nuevos se equiparen con los talados, más de diez años perdidos”.
“No alcanzamos a entender como todavía no entienden nuestros gobiernos municipales, dado el contexto de crisis climática y medioambiental que estamos viviendo, que la última opción siempre debería ser la de talar un árbol. Ya que los beneficios que nos dan los árboles son infinitamente mayores que los que nos da una plaza de aparcamiento y además está siempre se podrá reubicar. Ya es hora de que nuestros gobernantes cambien de mentalidad y miren en primer lugar por la salud y el bienestar de sus vecinos, lo que es imposible dándole la espalda a la naturaleza y sin integrarla en nuestros pueblos y ciudades”, concluye la asociación.