El flamenco es un arte con mucha riqueza, fruto de las influencias culturales que ha recibido desde sus orígenes hasta nuestros días. Como ocurre con otras expresiones artísticas, este género tiene también un argot específico, expresiones típicas del flamenco que hacen referencia a lances de cantes y el baile o a los sentimientos que se exteriorizan a través de estos.
El “Duende flamenco” es ese don especial que poseen algunas artistas vinculadas con este arte andaluz. Entonces cuando se dice “esa persona tiene duende” es expresar el carisma que tiene para el baile, el cante o el toque de la guitarra. Esta expresión aflora de manera natural durante su actuación, es ese talento innato que tienen algunas personas y que roza la perfección.
La roteña Rocío Granado, compendia y simboliza todo el estilo de arte aprendido y asimilado por ella con verdadera devoción y en el que pone toda su alma y todos sus sentidos. Desde muy pequeña, ha basado su vida y modulado su voz para enmarcarse en el mundo del cante flamenco y que en el fondo entiende cuán difícil es subir peldaños para estar ahí arriba.
Para ella, el flamenco es una cultura fuerte, milenaria y patrimonio de la humanidad. Es por ello que el cante flamenco vive desde tiempos ancestrales en gozosas realidades y fundadas esperanza de futuro. Tiene conocimientos de todos los palos del cante demostrando que tiene nivel para dar y tomar. Rocío Granado por sí misma y tras acabar su carrera universitaria el próximo año dedicado a la música disfrutará de los escenarios repartidos por todo el mundo, tiene madera de artista consumada y lo demostrará día tras día en esa ruta itinerante que la hará disfrutar de su profesión.
La mujer ha tenido una gran importancia en la formación y progresión del arte flamenco a lo largo de su historia. A Rocío, Su forja la realiza en peñas y festivales acreditándose con su exquisita voz, su calidad cantoral y su amplio conocimiento del cante flamenco a pesar de tener tan solo 21 años. Madera de artista tiene de sobra, ella está en manos de ella, su crecimiento, su popularidad quedara demostrada en fechas no muy lejanas tras ponerle punto y final a su carrera universitaria. Desde estas líneas apostamos por lo nuestro, y ella, con su calidad crecerá exponencialmente hasta sentirse querida y valorada.
Ella trae en su voz una memoria jonda, con solera, destilada en el tiempo y a la vez renovada. Es una mujer investigadora e innovadora buscando su camino y acercando a su público con esos tintes de gran artista por el quejio y potencia de voz que posee. Es una joven mujer con unas cualidades vocales innatas y dotadas para el cante. Ella representa el cante de una manera personal con su estilo propio siendo dueña y señora de su carrera, algo fuera de lo común en su tiempo. El cante femenino se siente, da la cara, está presente y ocupa un lugar relevante.
La historia del flamenco pues también la han escrito, la escriben y la cantan las mujeres. Gracias y felicidades por esa voz y estilo propio que te ubicara entre las grandes. ¡Disfruta, Rocío!