El cantautor catalán inauguró ayer en la ciudad ilicitana la gira Hijo de la luz y de la sombra, con un recital de algunas de las mejoras piezas escritas por Hernández a lo largo de su vida, y que han vuelto a ser musicadas por Serrat cuarenta años después de que publicara su primer disco dedicado al “poeta del pueblo”.
En un recientemente estrenado Palacio de los Deportes de la Universidad Miguel Hernández, alrededor de 3.000 personas arropado a Serrat en un montaje “diferente” y “cerrado”, en el que temas tan conocidos como Lucía o Mediterráneo han sido sustituidas por Tres heridas y El niño yuntero.
Aunque se escucharon espontáneos “te queremos” o “tú vales mucho”, el concierto tomó un aire “íntimo” y “sereno” acorde al tono de los discos Miguel Hernández (1972) e Hijo de la Luz y de la Sombra (2010), ya disco de platino.
No obstante, el público ha apreciado las también enérgicas interpretaciones que el Nen del Poble Sec ha hecho de Dale que dale, Si me matan, bueno o Uno de aquellos.
Con ellas, el catalán ha demostrado que mantiene una buena voz a sus 66 años de edad y tras haberse sometido el pasado mes de marzo a una operación en la que le extrajeron un nódulo pulmonar, razón por la cual tuvo que posponer hasta el viernes el concierto inaugural.