En la presentación de La herencia del pasado. Las memorias históricas de España, García Cárcel afirmó que “resucitar panteones ideológicos” como el Valle de los Caídos o desplazar a otro lugar los restos de las víctimas de la guerra civil allí enterrados “no tiene sentido” pues pertenecen a personas de diferente perfil ideológico.
“Los muertos merecen descansar en paz”, añadió el historiador, que calificó de “disparatado” y “amoral” el que
derecha e izquierda pretendan legitimar las muertes de la guerra civil, ya que las víctimas lo son “al margen del dedo ejecutor”.
El estudio de García Cárcel no puede estar más de actualidad. Este miércoles, la Comisión Constitucional del Congreso debatió sobre la ley de memoria histórica, aprobada en 2007, y acordó la creación de una comisión de expertos que formulen propuestas para el Valle de los Caídos.
En su opinión, si bien este enclave de la Sierra de Guadarrama no debería mantenerse como “sucursal de El Escorial en viajes turísticos”, tampoco debería obviarse que allí existe una realidad artística.
El historiador, Premio de Ensayo Caballero Bonald en 2008, tampoco es partidario de derribar las estatuas y esculturas del franquismo, ya que la “historia es cíclica y vendrán nuevos presentes que invocarán los referentes ahora malditos”.
En La herencia del pasado. Las memorias históricas de España, editado por Galaxia Gutenberg-Círculo de Lectores, García Cárcel pretende clarificar el término y el concepto de memoria histórica, presente desde el siglo XVI y del que se ha abusado, a su juicio, para invocar la necesidad de rescatar del presunto silencio y olvido la Guerra Civil española.
Sin embargo, el autor defiende que el concepto ha existido siempre y que la memoria histórica “no la han inventado los buscadores de las tumbas de sus abuelos hace una década”.
García Cárcel reconoce que “es difícil” ser ecuánime en un debate tan envenenado ideológicamente y que la ley
de memoria histórica, aprobada hace tres años, es “uno de los caballos de batalla ideológica” entre la derecha y la izquierda.
“Lo que empezó planteándose en términos de reparación económica y moral (...) ha ido deslizándose hacia cotas mucho más polémicas de judicialización del franquismo y polarización política”, asegura en el libro García Cárcel sobre esta ley.
También considera polarizada la narración de la historia desde los seguidores del historiador Pío Moa frente al autor Francisco Espinosa o Paul Preston.
Ricardo García Cárcel rechaza la “excesiva frivolización” de la memoria histórica.